La Comunidad Autónoma pagó el doble o más para que una cara famosa promocionase el golf en las islas. Y no porque los rostros populares disparasen su cotización por posar junto a una foto de Balears. Ese no era el problema. Tras repasar las cuentas del Instituto Balear de Turismo (Ibatur) y la Fundación Balears Sostenible, dependientes de la conselleria de Turismo, los equipos de investigación de la Agencia Tributaria y la Policía Nacional tienen indicios de que se encargaba un mismo trabajo a varias empresas.

Cuando los tenistas Anna Kournikova, Boris Becker, Rafel Nadal y Carl Uwe Steeb o la modelo Claudia Schiffer se acercaban al expositor de Balears en las ferias turísticas, varias sociedades percibían fondos públicos aunque no todas habían intervenido en la organización del evento. Además, los investigadores sospechan del hinchamiento injustificado de facturas, una práctica común en todos los casos de corrupción políticoempresarial destapados.

El Mallorca Classic, que luego varió de formato y duración, se convirtió en la cita golfística más importante del archipiélago. El empresario adjudicatario de la promoción de este deporte y del torneo celebrado en Pula, Romeo Sala, ha asegurado que la visita de algunos famosos, como Schiffer, la pagaban empresas que luego se anunciaban gratuitamente en la competición mallorquina. Sin embargo, las fuentes consultadas confirman que además de los fondos públicos de hasta casi cinco millones anuales, estas empresas consiguieron patrocinios privados para sufragar la competición.

El juez instructor del caso, Ignacio Lope Sola, recoge en su auto las indagaciones de la Agencia Tributaria iniciadas hace más de un año y que desvelan numerosas irregularidades. El magistrado incide en que las sociedades Reial Pula Golf, de Romeo Sala, y Match Golf Consulting suscribieron un convenio con el Ibatur de promoción del golf "sin que se justificara debidamente la aplicación de los fondos públicos".

El Ejecutivo del PP empezó a subvencionar el Mallorca Classic mediante una ayuda anual en 2003 de 1.160.000 euros, que fue incrementándose hasta llegar a los 4.640.000 euros en 2006. Ese mismo año se firmó un convenio para mantener esa aportación anual hasta 2014 que se revocó con la llegada al poder de Francesc Antich y el desembarco de Unió Mallorquina en la conselleria de Turismo. Reial Pula Golf y Match Golf Consulting no salieron perdiendo. En 2007 ingresaron 4,64 millones y en los dos años sucesivos la cantidad se redujo a la mitad: 2,32 millones. En el PP balear sostienen que Romeo Sala ha contado con el respaldo de Rosa Estarás gracias a la "gran amistad" del marido de la política balear con el empresario del golf.