Los contactos entre el PSM y Esquerra-Balears de cara a diseñar una estrategia electoral conjunta han finalmente fracasado. El miércoles se dio oficialmente por rota la negociación, al rechazar Esquerra la contraoferta que el PSM le había presentado, y desde los dos partidos se confirma que no concurrirán juntos en las próximas elecciones autonómicas de 2011.

La propuesta inicial de Esquerra-Balears consistía en la creación de una federación entre las dos formaciones, abierta a otras del ámbito independentista-nacionalista. El partido que preside Joan Lladó pretendía fundar un nuevo sujeto político que agrupara a toda la izquierda nacional de Balears. Una asamblea general, formada por todos los afiliados de los partidos federados, tomaría las decisiones importantes, marcaría la línea política y la estrategia a seguir, y determinaría el peso de cada partido en el seno de la federación. Tanto Esquerra como el PSM conservarían su independencia orgánica y jurídica, si bien acatarían todos los mandatos de la asamblea y demás órganos de gobierno conjuntos.

Por su lado, la contraoferta del PSM pasaba por la disolución de Esquerra en las islas, a cambio de ser reconocida por el primero como su referente político en Cataluña. Todos los militantes de Esquerra pasarían a serlo del PSM, y a la inversa, mediante un proceso de fusión automática. Los nacionalistas que dirige Biel Barceló solo estaban abiertos a la anexión de Esquerra después de que, dicen, su militancia dejara "bien claro" en su última asamblea en Porreres que desconfiaba de la actual dirección de Esquerra-Balears. La mayoría de pesemeros no perdonan que Esquerra les vetara en las últimas elecciones europeas.

Así las cosas, el PSM apuesta por una coalición con els Verds y los escindidos de Esquerra Unida.