La CIA utiliza Mallorca como base para sus secuestros por avión de supuestos terroristas islámicos, con posterioridad al 11-S. El descubrimiento

de que la agencia de espionaje fleta vuelos para trasladar a sospechosos a terceros países, donde son presuntamente torturados, ha desatado un escándalo en Estados Unidos. El aeropuerto de Son Sant Joan recibió al Boeing 737, que la organización norteamericana utiliza como prisión volante, al menos en dos ocasiones durante enero de 2004. De Palma salió el avión que secuestró en Macedonia a Khaled el-Masri, según acaba de declarar éste al denunciar las torturas sufridas. Una vez que el alemán de origen libanés fue depositado en Kabul para ser interrogado durante cinco meses, el vuelo de regreso se hizo de nuevo a través del aeropuerto mallorquín. En esta ocasión, el aparato y sus tripulantes permanecieron tres días en la isla. De allí volaron directamente al aeropuerto Dulles de Washington, situado en las cercanías de la CIA y el Pentágono.

La prensa mundial se ha hecho eco de la detención sistemática de ciudadanos sin trámites legales –renditions o entregas, en el argot–, llevada a cabo por la CIA y para la que ha utilizado Son Sant Joan. El New York Times, el Washington Post, el Chicago Tribune, la revista Newsweek o el Times, el Guardian y el Independent londinenses, han denunciado las presuntas torturas efectuadas mediante prisiones volantes, y que son negadas por Washington. El programa 60 minutes de la CBS, récord de audiencia en Estados Unidos, emitió el pasado domingo un reportaje

titulado "¿Lleva la CIA a sospechosos hacia la tortura en avión?" En la pieza, se detallaba la operación lanzada desde Mallorca. Tras desentrañar los registros de los vuelos realizados por el B-737, coinciden con la descripción del alemán que denuncia torturas.

La foto adjunta muestra al B-737 secreto de la CIA en el aeropuerto de Son Sant Joan. La instantánea fue obtenida en la mañana del viernes 23 de enero de 2004. Ese mismo día, el aparato partiría hacia la capital macedonia de Skopje, para detener a el-Masri sin mayores trámites y confinarlo en Kabul. La escala previa en Bagdad –la prisión de Abu Ghraib ha sido destino habitual de vuelos de la agencia– y el hecho de que el avión procediera de Argel, abonan las especulaciones sobre la presencia en Palma de algún detenido procedente del país norteafricano.

Son Sant Joan es el único aeropuerto español donde permaneció el avión durante la operación de secuestro, y el único europeo donde aterrizó por dos veces. En la primera ocasión, el BBJ –Boeing Biz Jet, o reactor de negocios Boeing– fue acomodado en la sección de aviación general. Tras entregar a su presa a los supuestos torturadores de Afganistán, quedó emplazado junto a la antigua torre de control. Palma es también la ciudad del mundo donde la expedición permaneció más tiempo, tres noches a lo largo de una semana de enero. Las excelentes relaciones de Aznar con Bush no han sido omitidas por la prensa norteamericana. En Newsweek se detalla que en aquellos momentos "el gobierno de España

era amigo de Estados Unidos".

Según se aprecia en la imagen, el Boeing de la CIA es blanco, sin marca comercial ni distintivo alguno en su fuselaje. Sólo lleva pintado el número de registro de cola –N313P, donde la N es la letra correspondiente a Estados Unidos–. Posee 32 asientos, y ha sido adaptado para encadenar a los prisioneros. Los apéndices situados en su parte superior delatan el sofisticado sistema de comunicaciones inherente a una labor de espionaje. Se presenta en los aeropuertos como un vuelo privado y, aparte de Son Sant Joan, posee un amplio currículum en países tolerantes con la tortura, tales que Egipto, Irak tras la ocupación, Siria, Jordania o Uzbekistán. El embajador inglés en este país fue relevado, tras denunciar los abusos del espionaje norteamericano.