Casi 140.000 vacunas habrán de tirarse a la basura si antes del mes de agosto, fecha de caducidad de los preparados, el Consejo Interterritorial de Salud no toma una decisión al respecto. Se habla de donarlas a los países del Hemisferio Sur que ahora afrontan un nuevo invierno. Lo que está bien claro es que las vacunas no sirven para la próxima temporada, en primer lugar por su caducidad y en segundo porque los nuevos antídotos antigripales que se dispensarán el otoño que viene incluirán varios virus, incluido el de la gripe A.