El embajador español en el Reino de Dinamarca, el mallorquín Melitón Cardona (Palma, 1944), aseguró ayer que en el país nórdico "el dinero público es sagrado, porque sale del contribuyente". "Tienen otra mentalidad en Dinamarca. Las penas de cárcel por malversación son muy severas", explicó el diplomático, quien utilizó esta analogía para hacer una breve referencia a la situación política actual en Mallorca.

Cardona, que ha desarrollado labores diplomáticas en países como Mozambique, Marruecos, Alemania, Cuba, Argelia y Rusia, pronunció ayer una conferencia en el CaixaForum Palma bajo el título ´Dinamarca y Mallorca ante la globalización´, organizada por el Cercle Financer de Balears.

A grandes rasgos, en su disertación, analizó el fenómeno de la globalización –desde una perspectiva histórica y contemporánea– y de la situación económica, social y política en que se encuentra Dinamarca para afrontarlo, sin obviar durante su exposición referencias a la situación económica de la isla. Respecto a la época global que vive el mundo en la actualidad, Cardona manifestó que una de las principales consecuencias políticas que ha tenido es la "erosión del papel del Estado como actor privilegiado".

"El concepto de soberanía decae y el principio de organización del Estado deja de ser el dominante", argumentó ante un público entre el que estuvieron, entre otros, el delegado del Gobierno en Balears, Ramon Socias, y el director general de Acción Exterior, Jordi Bayona.

El diplomático mallorquín subrayó que en Dinamarca "la globalización no es un tema polémico", al tiempo que hizo un repaso a algunas de las claves de por qué el país nórdico tiene "uno de los niveles de vida más elevados".

La ´flexiguridad´ danesa

Cardona remarcó que en la base productiva se encuentra un sólido sistema educativo, basado en un "espíritu crítico" y donde apenas existe el analfabetismo. De igual forma, subrayó la escasa tasa de desempleo (apenas un 3,5 por ciento) y la existencia de una "economía ágil", que exporta más de lo que importa y es la tercera economía del mundo en nivel de competitividad.

El embajador español destacó el modelo danés de ´flexiguridad´, concepto referido a la combinación de flexibilidad en el mercado laboral con la protección de los derechos de los trabajadores.

En este sentido, recordó que en Dinamarca el despido es libre, pero, al mismo tiempo, los desempleados cuentan con ayudas estatales, supeditadas, eso sí, a que realicen los oportunos cursos de formación para no estancarse desde el punto de vista de la competitividad. "En Dinamarca, se admira al empresario, porque es la persona que crea una riqueza que después se redistribuye", argumentó.

Cardona expuso también sus ideas acerca de la situación actual de la economía mallorquina, fundamentada en el turismo. Manifestó que habría que "estar atentos a los mercados emergentes" y consideró que el modelo de sol y playa "está prácticamente agotado", por lo que, en su opinión, habría que reconducir el sistema hacia "modelos más imaginativos".