Aumentar de dos a tres años la duración de los estudios de Bachillerato es una de las propuestas que el Partido Popular nacional ha enviado al ministro de Educación, Ángel Gabilondo, para elaborar el futuro Pacto por la Educación. El PP propone recortar un año la Secundaria, para que los quieran ir a la universidad tengan tres años de preparación. Aunque algunos rechacen quitar un año a la ESO, la mayor parte del sistema educativo balear apoyaría ampliar el Bachillerato.

Entre los representantes consultados por este periódico se tiene la sensación de que dos años son pocos para que los alumnos lleguen preparados a la universidad. En este sentido, cabe recordar que, con la llegada del Plan Bolonia a las universidades españolas, el primer curso de la carrera se ha vuelto más generalista, llegando al punto de que los detractores de la reforma de los estudios lo califican de "tercero de bachillerato encubierto".

La federación de asociaciones de padres, FAPA, rechaza eliminar un año de ESO y critica la actitud del líder del PP, Mariano Rajoy, que ha dado a entender que a los 15 años los alumnos que tengan problemas de aprendizaje deben encaminarse a la Formación Profesional. Según explica el presidente de FAPA, Jaume Ribas, de esta manera se devalúan estos estudios en vez de revalorizarlos. Aún así, Ribas indica que no verían mal aumentar el Bachiller un año "por arriba", prolongando el periodo de preparación universitaria hasta los 19 años.

Desde CONCAPA, que agrupa a las asociaciones de padres de colegios concertados, Jordi Llabrés razona que la idea es "sensata", pero recuerda que, en cualquier caso, siempre es necesario que cuente con "un amplio consenso".

Dos opciones de ampliación

El representante de los directores de instituto, Manel Perelló, considera "razonable" aumentar el Bachillerato fijándose en cómo lo han hecho en los países europeos: empezando a los 15 años y acabando a los 18, o empezar con 16 años y acabar con 19. Perelló consideró que además sería necesario adoptar otras medidas como favorecer el paso a los estudios de FP.

Desde la patronal mayoritaria de centros concertados, Escola Católica, también están de acuerdo en que dos años no bastan para prepararse para la universidad. El asesor jurídico de la patronal, Marc González, coincide en que el bachillerato es "demasiado corto" y recuerda que ahora se hace en dos cursos lo que antes se hacía en cuatro (tres cursos de BUP más uno de COU), lo que requiere "un gran esfuerzo" por parte de los alumnos. En este sentido, Escola Católica si apoyaría este punto de la propuesta del PP, pero también tiene sus dudas sobre cómo compatibilizar este cambio con la legislación laboral actual.

Este representante quiere resaltar sobre todo la "complejidad" de este tema y espera que este tipo de "cuestiones técnicas" se dejen para más adelante, una vez que ya esté firmado el pacto.

Entre los sindicatos, la idea no tiene mala acogida. La agrupación mayoritaria del sector, STEI-i, no se muestra totalmente a favor, pero sí apoyaría dar "un tiempo adicional" y aumentar un año el Bachillerato a aquellos alumnos que tengan más dificultad. El secretario general, Biel Caldentey, explica que deben estudiarse formas que faciliten "la flexibilidad" de los estudios y la posibilidad de reenganchar el Bachillerato con la FP.

En cuanto a la propuesta del PP de rebajar un año la Secundaria, Caldentey critica que se cae en una "contradicción" al sugerir un cambio estructural de esta magnitud cuando lo que persigue el Pacto por la Educación es "estabilidad". Además, y como también lamenta la FAPA, criticó el mensaje que se está difundiendo de que "los que fracasen a los quince años no puedan continuar estudiando y se vayan a la FP", algo que calificó de "receta del pasado". Otros sindicatos, como FETE-UGT y ANPE, también se han mostrado a favor de un Bachillerato de tres años.

Por su parte, el conseller de Educación, Bartomeu Llinàs, prefiere no revelar sus propuestas sobre este tema ni ninguna otra cuestión técnica referente al Pacto hasta que esté más consolidado.