Los impagos de los Ayuntamientos isleños a las empresas constructoras están provocando quiebras en el sector que se van a acentuar durante este año, según se ha denunciado desde la patronal balear. Sus responsables afirman que a lo largo de 2009 la mayoría de los Consistorios no ha abonado "ni un euro" de las cantidades que adeudaba a sus contratistas, con la única excepción de las obras del Plan E, que se han financiado con fondos estatales.

Las críticas que se lanzan desde la asociación empresarial de constructores contra la mayoría de los municipios de las islas son durísimas, al considerar que el nivel de morosidad que se ha alcanzado resulta insostenible, hasta el punto de haber provocado ya el cierre de algunas de estas compañías y haber dejado a otras en una situación enormemente precaria, lo que lleva a augurar que estos cierres empresariales se van a seguir registrando a lo largo de este ejercicio.

Según esta patronal, los Consistorios isleños se han limitado a pagar con notable puntualidad las obras ya mencionadas del Plan E, pero hay que tener en cuenta que se trataba de fondos remitidos por el Gobierno central. Por contra, se insiste en que la inmensa mayoría de estas administraciones locales no ha realizado ni un sólo desembolso en relación a los proyectos de obra pública que se debían de años anteriores y que tenían que financiarse con el presupuesto municipal.

Desde esta organización empresarial se señala que en estos momentos ya sólo quedan unas 25 empresas locales especializadas en obra pública, después de que durante los últimos meses hayan desaparecido otras cinco, y se prevé que durante 2010 cierren como mínimo otras tantas, ante la precaria situación financiera en la que ha quedado el sector.

A la lista de contratistas hay que añadir otras cinco grandes empresas nacionales implantadas históricamente en el archipiélago, y unas diez más que han llegado durante los últimos años. Esto hace que a cada concurso para la adjudicación de obras públicas se presenten una veintena de ofertas "con unos precios reventados por la fuerte competencia", según se lamenta.

Los constructores afirman que las excepciones en relación a la morosidad municipal son muy escasas. Entre ellas se incluye el caso del ayuntamiento de Palma, que según se señala durante 2009 ha ido pagando sus proyectos, aunque con algo más de retraso, y el de Calvià, ya que aunque este último venía apareciendo en la lista de morosos, durante el pasado ejercicio ha recortado los retrasos que venía mostrando a la hora de liquidar sus deudas.

Y aunque el Govern balear ha mostrado también una clara mejoría tras la reunión que los responsables de la patronal mantuvieron con el president Francesc Antich, con la única y notable excepción de la conselleria de Educación, el Consell de Mallorca, que venía siendo un "buen pagador", ha empeorado de forma apreciable a la hora de pagar sus facturas, según destacan los representantes empresariales.

El presidente de la Federación de Entidades Locales de Balears (Felib), Joan Ferrà, declaró recientemente que los Ayuntamientos se estaban viendo obligados a hacer "filigranas" para pagar a sus proveedores, pero responsabilizó a bancos y cajas de ahorros de esta situación por negarles créditos y no concederles líneas de confirming.