"Balears y otras regiones mediterráneas a las que llegan gran cantidad de turistas europeos cada verano se verán perjudicadas si no se endurece la legislación contra el tabaco ya que los visitantes de países del continente con leyes antitabaco más restrictivas no comprenderán y rechazarán que se permita fumar en los lugares públicos", estimó ayer Rodrigo Córdoba, portavoz y vicepresidente del Comité Nacional para la Prevención del Tabaquismo (CNPT).

"La tendencia es que haya más problemas con los turistas por la permisividad que por las restricciones a fumar. A Balears llegan fundamentalmente turistas de Alemania, Inglaterra y Francia. Y en estos dos últimos países se prohíbe totalmente fumar en los espacios públicos. En Alemania, la legislación está un poco dispersa. Depende de los diferentes landers", indicó Córdoba.

El vicepresidente del CNPT recalcó que el "humo del tabaco es cancerígeno. Se sabe desde hace treinta años y todos los estudios publicados desde entonces no han hecho más que corroborarlo".

El Comité para la Prevención del Tabaquismo, que aglutina a una plataforma de sociedades científicas y médicas sin ánimo de lucro que lleva quince años trabajando por erradicar el nocivo hábito de fumar, asegura que el documento de la Federación Española de Hostelería, suscrito por la asociación balear de Restauración, en el que se aseguraba que la prohibición total de fumar provocará la ruina del sector, "es falso por completo. Las predicciones de las organizaciones de hostelería sobre los efectos de las regulaciones del consumo de tabaco en las tendencias de volumen de negocio y en el empleo son reiterada y universalmente equivocadas", concluye el Comité en un estudio.

Una encuesta realizada por la Universidad de Zaragoza en 2009 incluida en el citado estudio puso de manifiesto que el 48% de las personas consultadas contestó que acudirían más a lugares de ocio en caso de que se prohibiera totalmente fumar. Un 28% que lo haría en la misma medida que en la actualidad y tan sólo un 24% respondió que iría menos a estos locales si les impidieran fumarse un cigarrillo.

El Comité subraya en su estudio que el por entonces presidente de la Federación de Hostelería, José Luis Guerra, pronosticó en junio de 2005 en el Congreso de los Diputados que la ley antitabaco que entraría en vigor en el mes de enero del año siguiente provocaría un descenso de los beneficios para el sector del 8%, una pérdida de 1.640 millones de euros y la eliminación de 23.000 empleos en 2007.

Para contrarrestar estas afirmaciones, el CNPT, presentando cifras facilitadas por el ministerio de Industria, afirma que, aunque algunos locales en concreto pudieron tener pérdidas, el empleo global en España en el sector de hostelería tuvo un incremento de cien mil empleos entre 2005 y 2007. Si el primero de estos años esta actividad daba trabajo en España a 1.200.288 personas, en 2007 los asalariados del sector de la hostelería ascendían a 1.301.379.

Porcentualmente, la variación de la contratación en el sector aumentó un 3,3% en 2004; un 5,5% en 2005; un 5,1% en 2006 (año en que entró en vigor la prohibición parcial de fumar) y un 4,6% en 2007. En 2008, ya en plena recesión, la contratación descendió un 3,03%. Por ello, el CNPT proclama que "es la crisis la causa del descenso en las contrataciones, no la ley del tabaco".