Un potente simulador de la universidad de Cantabria pronosticará qué cambios sufrirá en un futuro próximo la fisonomía de la Playa de Palma provocados por las variaciones meteorológicas causadas por la emisión de gases de efecto invernadero.

Así lo adelantó a este diario Fernando Camps, responsable de Medio Ambiente y Sostenibilidad del Consorcio para la Reforma de la Playa de Palma, que matizó que "primero hay que tener datos razonablemente válidos de cómo va a afectar el cambio climático a nivel del Mediterráneo".

Según el responsable medioambiental del consorcio creado para adaptar este destino turístico maduro a los nuevos tiempos, "las estimaciones que tenemos hasta el momento indican que las temperaturas máximas en la zona podrían aumentar entre 2,8 y 4,9 grados centígrados".

Camps admitió que los modelos que manejan los expertos mundiales que estudian el cambio climático no contemplan sus efectos en zonas tan reducidas como el Mediterráneo. "Y mucho menos de un área tan pequeña como la Playa de Palma dentro de este mar", añadió.

No obstante, el Instituto Mediterráneo de Estudios Avanzados (IMEDEA) está completando un estudio medioambiental de estas variables para el consorcio.

"Una vez que tengamos unos datos más precisos del aumento de la temperatura atmosférica y del agua así como de la previsible elevación del nivel mar y de los cambios que pueden producirse en esta franja litoral, procederemos a introducirlos en el potente programa de simulaciones de que dispone la universidad de Cantabria. Calculamos que la simulación podrá realizarse en los primeros meses del próximo año", estimó Camps.

Margarita Nájera, gerente del consorcio para la Playa de Palma,

anunció recientemente que para mayo próximo estará redactado el plan master de remodelación de la Playa de Palma. Este plan prevé una inversión de hasta trescientos millones de euros en obras de mejora de este destino turístico maduro hasta el año 2012.