La contaminación atmosférica y el modelo de desarrollo económico son dos piedras en el camino donde la sociedad occidental tropieza y tropieza.

Nunca escarmentaremos. Todavía no hemos salido de la terrible crisis y ya estamos pensando a ver cómo aceleramos la economía de nuevo, aunque el combustible sea la especulación o la destrucción de los cada vez más escasos recursos naturales.

Nos damos el pésame por los parados, los marginados, los hambrientos, o el agujero en la capa de ozono y estamos maquinando en qué forma podemos volver a forrarnos, caiga quien caiga.