El Juzgado de lo Penal número 1 de Palma ha condenado a un año y ocho meses de prisión por el derrumbe del Hotel Tívoli en enero de 2001 al promotor y propietario de este edificio, José Forteza-Rey Borralleras;, el constructor Joan Rigo Sastre, el arquitecto que redactó el proyecto, Juan Antonio Vila, y el aparejador, Ángel Martínez, a quienes el juez les considera autores responsables de un delito contra los derechos de los trabajadores, de dos delitos de homicidio imprudente y de cuatro delitos de lesiones imprudentes.

Asimismo, se ha condenado a cada uno de ellos a abonar una sexta parte de las costas procesales causadas en esta instancia, mientras que también se les inhabilita para el ejercicio de sus respectivas profesiones durante el tiempo de la condena.

Por otro lado, el Juzgado ha absuelto al arquitecto técnico responsable de la seguridad Carlos Anselmo Blanco y al administrador del servicio de prevención de la obra Juan Prats, al considerar que no cometieron ningún delito en el derrumbe del citado hotel, situado en la zona de s'Arenal y que causó la muerte de dos trabajadores y heridas a otros cuatros, de los cuales uno quedó tetrapléjico.

Esta sentencia no es firme y, por tanto, contra ella cabe interponer un recurso de apelación ante la Audiencia Provincial de Palma en un plazo máximo de diez días, a contar desde la notificación ante este Juzgado de lo Penal.

Concretamente, el tercer derrumbe mortal se produjo el 19 de enero de 2001 y afectó al Hotel Tívoli de s'Arenal, cuando se estaban llevando a cabo obras de reforma, lo que provocó la muerte de dos trabajadores y heridas a otros cuatro. Durante el mes de noviembre se celebró el juicio por este suceso, por el cual la Fiscalía solicitaba 34,5 años de cárcel para los cuatro técnicos y dos empresarios por varios delitos, entre ellos, el de homicidio imprudente, si bien, finalmente, se alcanzó un acuerdo para indemnizar a las víctimas, por lo que la pena ha sido mucho menor.