El contrato más elevado adjudicado por el Consell en 2006 fue una modificación del de servicios de gestión de los residuos urbanos de Mallorca, por 376,7 millones de euros. La Sindicatura cuestiona que el adjudicatario fuera el mismo concesionario que presta el servicio, por procedimiento directo, y no por licitación pública.