El president del Govern, Francesc Antich, se mostró ayer satisfecho por haber podido alcanzar un acuerdo con los funcionarios de Servicios Generales de la Comunidad. A continuación, Antich anunció que a partir de este instante se iniciará una "profunda" negociación con los sindicatos de educación y sanidad "desde la humildad".

Antich adelantó ayer esta intención en declaraciones a los periodistas, tras presentar una campaña autonómica contra el racismo respaldada por los principales deportistas de las islas, que espera "que (las negociaciones) fructifiquen en buenos resultados".

"Desde el Govern de las Islas Baleares tenemos efectivamente dificultades para poder cumplir los compromisos de 2010", reconoció el president, quien subrayó que, no obstante, el Ejecutivo tiene "los brazos totalmente abiertos" a garantizar el cobro de lo acordado con los trabajadores.

El objetivo del Govern en esta negociación es que los sindicatos tengan "total garantía de que los trabajadores recibirán las ayudas, el dinero y las iniciativas con las que se ha comprometido el Govern, por lo que solo se trata de trasladar a otro momento estas inversiones", puntualizó.

80.000 parados

En este sentido, el jefe del Ejecutivo balear subrayó que ahora mismo la prioridad son las cerca de 80.000 personas que se encuentran en paro en la Comunidad. Muchos de ellos ya no perciben prestación de ningún tipo. Antich admitió que, en este sentido, los sindicatos y empresarios están colaborando estrechamente con el Govern. "Todos estamos trabajando en la idea de que haya la máxima solidaridad", insistió.

El president manifestó que comprende que con los sindicatos de sanidad y educación el Govern tenía un compromiso, por lo que un aplazamiento sobre ellos requiere "una negociación profunda", concluyó.

A comienzos de esta próxima semana está previsto que se reúnan los sindicatos de la enseñanza y la sanidad con el conseller de Economía y Hacienda, Carles Manera, para intentar alcanzar un acuerdo similar al logrado con los trabajadores de la Función Pública, de cara a desconvocar la manifestación convocada para el próximo 26 de noviembre en Palma por CCOO, UGT, CSI-CSIF, USAE y Cemsatse en contra de los Presupuestos del Govern para el 2010.