Un total de 32.300 personas se han beneficiado en lo que va de año de las ayudas de alimentación que presta Cruz Roja Baleares a aquellos colectivos especialmente vulnerables a los efectos de la crisis. En concreto, 30.000 personas han obtenido alimentos que ha distribuido la entidad en todo el archipiélago, mientras que otros 1.800 usuarios recibieron cheques-comida de 40 euros por cada miembro de la unidad familiar.

Fuentes de la entidad detallaron que, antes de que termine el año, habrá aumentado el número de usuarios en situación de necesidad que se acogerán a estas ayudas, dado que a finales de este mes de noviembre se iniciará otra fase del proyecto de cheques-comida´, programa financiado por la conselleria de Asuntos Sociales.

Asimismo, en las próximas semanas se pondrá en marcha una tercera fase del Plan 2009 de reparto de alimentos. En esta última entrega se distribuirá el 25 por ciento restante de los 517.000 kilos de comida que han sido asignados a las Islas dentro de la campaña estatal ´Alimentos para la Solidaridad´.

La coordinadora autonómica de Cruz Roja, Juana Lozano, apuntó que la prioridad ante la crisis se centra en atender a las personas en situación de dificultad severa: personas que han perdido su empleo y afrontan un rápido deterioro socioeconómico. La distribución de los cheques-comida se llevó a cabo entre los meses de abril y julio, y alcanzó a 1.800 personas beneficiarias. El importe total de las ayudas ascendió a 75.000 euros, la misma cantidad que está previsto que se reparta en una segunda fase.