Luis Corral, decano del Colegio de Arquitectos de Balears, testificó ante el juez del Tribunal Superior de Justicia de Balears (TSJB) que investiga el caso Can Domenge. Corral dio al magistrado Javier Muñoz pormenorizadas explicaciones sobre el papel de su colegio profesional en el polémico concurso que, convocado en plenas fiestas navideñas de 2005 por el anterior Consell de Mallorca, ocasionó una notable polémica periodística, política, empresarial y entre el colectivo de arquitectos.

Antes de su declaración, Luis Corral explicó a la prensa las claves de la postura del Colegio de Arquitectos. El decano recordó que hubo que salvar muchos obstáculos, como el limitado plazo de tiempo previsto en la primera convocatoria para redactar un proyecto urbanístico y arquitectónico de gran complejidad.

Después, la corporación colegial planteó otra serie de objeciones, entre ellas la necesidad de habilitar un jurado de arquitectos como órgano auxiliar de la mesa de contratación y que valoró los criterios arquitectónicos de las trece ofertas. El Colegio de Arquitectos también se opuso a que a la hora de puntuar se primara a los concursantes que habían dispuesto de más plazo para redactar sus proyectos. La entidad veló, según el testigo, porque la oferta ganadora coincidiera con la plica mejor valorada en cuanto a calidad arquitectónica.

Corral recalcó que su Colegio no entró a analizar el precio máximo de venta de 30 millones establecido por el Consell de Mallorca, cuando otros licitadores ofrecían 45 o 60 millones.