La gripe A se cobró ayer su segunda víctima en Mallorca. Un niño de dos años con una grave enfermedad degenerativa falleció apenas 24 horas después de haber ingresado de urgencia en el hospital de Son Llàtzer. Según confirmaron fuentes de la Conselleria de Salud, el pequeño llegó al centro médico con fiebre muy alta. Tras comprobarse que formaba parte de los grupos de riesgo más gravemente amenazados por la gripe A, fue estabilizado con tamiflú (antibióticos) y broncodilatadores, pero el niño empeoró gravemente cuando aún no se cumplía un día desde su llegada al centro hospitalario de Palma.

El equipo médico de Son Llàtzer decidió entonces intensificar el tratamiento con antibióticos y optó por intentar un traslado del niño a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del hospital Son Dureta. Pero la gravedad del estado del paciente frustró la transferencia. Según detallaban anoche en la Consellería de Salud, el traslado se inició a las 23.45 horas del sábado, cuando el pequeño sufrió una parada respiratoria que obligó a abortar su salida de Son Llàtzer hacia la UCI de Son Dureta. Horas después, durante la madrugada del sábado al domingo, fallecía.

El niño mallorquín se convertía así en la cuarta víctima que se cobró la gripe A en España durante la última semana. Antes habían muerto en Barcelona dos niñas de 4 y 13 años de edad, a las que se sumó también ayer un navarro de 30 años, todos ellos sin ninguna patología previa ni ningún factor de riesgo. No era ese el caso del fallecido ayer en Mallorca. Según los servicios sanitarios, el niño de dos años sufría una rara enfermedad degenerativa: encefalopatía mitocondrial, una patología asociada al llamado síndrome de Melas, que se presenta solamente en una de cada 10.000 personas.

En la mayoría de los casos se trata de niños, adolescentes y adultos jóvenes, que desarrollan síntomas como la talla baja, vómitos, dificultades respiratorias, convulsiones por epilepsia focal o generalizada y finalmente episodios de hemiparesia (parálisis leve o incompleta de un lado del cuerpo). Los niños afectados por esta infrecuente patología padecen una fuerte intolerancia al ejercicio, déficit de atención y dificultades para el aprendizaje.

La segunda muerte por gripe A en Mallorca coincide con el inicio de la campaña de vacunación para los grupos de riesgos, que arranca esta misma mañana. Durante las próximas semanas se administrarán hasta 215.000 vacunas en Balears, destinadas sobre todo a bloquear los casos más graves. Hasta el momento, los grupos de riesgos han demostrado ser los más vulnerables, aunque la gripe A se ha cobrado muchas víctimas que no presentaban ningún factor agravante –tres en España solo en la última semana.

220 hospitalizados hasta ahora

Desde que en junio se detectaron los primeros casos en las islas, 220 personas han sido hospitalizadas por gripe A. De ellas, apenas veinte tuvieron un pronóstico grave –trece de ellas siguen hospitalizadas, una en la UCI. Aunque el número de casos leves es más elevado, según explican profesionales sanitarios, que aclaran que también abundan los enfermos que no llegan a ser diagnosticados por la levedad de los síntomas.

No obstante, la incidencia de la patología provocada por el virus AH1N1 no ha cesado de crecer en la comunidad. El director asistencial del Servicio de Salud, Joan Pou, advertía así el jueves que la llegada del frío empieza a notarse en el volumen de contagiados. De hecho, la semana pasada la tasa de incidencias se elevaba a 133 casos por cada 100.000 habitantes, una cifra sustancialmente más elevada que en semanas previas, cuando el índice se quedaba en 100 contagios.

Pese al avance de la gripe A, que coincide además con la segunda muerte en Balears, las cifras no dan por ahora motivos para la alarma: la incidencia sigue siendo tres veces menor que en el resto del país, donde se registran 327 casos por cada 100.000 personas.