La ley del Suelo, que debe poner fin a la dispersión de normativa en materia de ordenación territorial y urbanística de Balears, parece estar durmiendo el sueño de los justos, una vez más por las posturas encontradas del Pacto.

El Bloc, impulsor de la misma, presentó el anteproyecto a principios de año, pero desde entonces ha sido imposible consensuar el redactado con PSOE y UM, e iniciar su tramitación parlamentaria. Ahora parece haber agotado la paciencia, y se ha marcado esta semana entrante para desbloquearlo. Para ello habrá la primera reunión a tres bandas, pues hasta ahora las negociaciones sólo han sido bilaterales.

Según el Bloc, los socialistas muestran una disparidad de opiniones –para los negociadores de Ibiza es demasiado restrictiva en suelo rústico, para los de Mallorca, excesivamente laxa– que es interpretada como un intento de "enredar y dar largas, que es lo que han estado haciendo durante estos meses, sin concretar sus desavenencias, como si lo que quisieran es evitarse problemas", resume un dirigente. UM también retrasa adrede, están convencidos en el Bloc, "pero por lo menos hablan claro". Se refiere este interlocutor a que sus representantes han manifestado desde el principio su oposición al carácter restrictivo de la futura ley especialmente en suelo rústico, y reclaman la retirada de todo el articulado referente a este punto.

"No estamos en contra de tener una ley del Suelo, Balears es la única Comunidad Autónoma que carece de la misma, sólo que entendemos que la actual normativa sobre suelo rústico es la adecuada y suficiente", confirma un barón de UM. La ley diseñada por el Bloc –aunque con aportaciones múltiples–, hace especial incidencia en reducir el impacto paisajístico de las construcciones que afloran por doquier en foravila.

Así, aunque la nueva legislación mantendrá los 14.000 metros cuadrados de parcela mínima en suelo rústico común para poder edificar, será menos permisiva en cuestiones de pendientes, volumen, visuales, alturas o aprovechamiento de la superficie, entre otras.

UM también tendría recelos en el apartado relativo a las polémicas áreas de reconversión territorial –las ART–, que de facto impediría desarrollar las más polémicas.

Combatir la corrupción

Precisamente el conseller responsable de la ley, Gabriel Vicens, sentenció el jueves en el Parlamento que la ley del Suelo "permitiría combatir muchos casos de corrupción", al regular todo lo vinculado con el urbanismo, e instó a los demás partidos –desde el PSOE al PP, que le reprocharon el retraso– a aprobarla "con urgencia", además de lanzar alguna puya a sus socios de gobierno.

UM ya presentó en su día –y unilateralmente– un borrador de la ley del Suelo en cuestión, y el Bloc asegura que el anteproyecto ahora pendiente de cerrar "estructuralmente se parece muchísimo".