¿No tengo nada que hacer? Pues voy a intimidar, insultar, amenazar o humillar a unos cuantos compañeros a través de internet. Total, es anónimo, mi víctima está totalmente indefensa y cuento con una grandísima audiencia para reirme las gracias. El medio perfecto.

Algo así deben pensar los acosadores escolares del siglo XXI, según las ventajas que ofrecen las nuevas tecnologías como resumió ayer Eduard Rigo, catedrático de Psicología de la Educación de la Universitat y uno de los coordinadores del estudio El ciberacoso entre los jóvenes.

Este informe, que ha contado con el respaldo del iBit –Illes Balears Innovació Tecnológica– de la conselleria de Innovación, recoge datos sobre la incidencia de esta práctica entre los jóvenes de Secundaria, así como el perfil de las víctimas, el de los acosadores y las razones para acosar.

En cuanto a las causas, un 23% de los sujetos que se dedican a intimidar señaló que lo hacía cuando estaba en grupo y se aburrían. Para el 56% de los que se reconocieron como ciberacosadores señalaron que actuaron como respuesta a una provocación previa.

El sistema de mensajería instantánea MSN, el chat y las redes sociales como Facebook o Twenty (redes que utilizan siete de cada diez adolescentes de las islas) son los medios más frecuentes donde tienen lugar este tipo de actuaciones, que cabe recordar que sólo se consideran ciberacoso cuando implican una acción deliberada y constante en el tiempo.

Así, en el informe figura que un 14% de los alumnos de ESO ha sido intimidado a través de las nuevas tecnologías, por el móvil o por internet: algo que puede abarcar desde un insulto, hasta la difusión de fotos comprometidas. Casi una cuarta parte de los jóvenes ha sido insultado en el Messenger y a la misma proporción le han suplantado la identidad en este programa; mientras que el 7,4% ha visto cómo difundían rumores falsos sobre su persona a través de una red social.

En cuanto a un posible perfil de los ciberacosadores, el estudio concluye que son, en su mayoría, chicos, si bien, como señaló Rigo las chicas han ganado mucho terreno en el uso (y el mal uso) de las nuevas tecnologías en los últimos seis años. En la mayoría de los casos, los jóvenes que sacan peores notas llevan a cabo más actos de intimidación ocasional que los que obtienen mejores calificaciones.

Entre las víctimas, ¿existe algún perfil? ¿Algunos alumnos tienen más números que otros para ser objeto de burla? Para la mayoría de jóvenes, unos "aspectos físicos acentuados" constituyen un factor "esencial" para convertirse en víctima de estas ofensas. La segunda variable más señalada es la "falta de amigos" y la tercera, "su nacionalidad". En este sentido, en otra parte del estudio se ve que entre los alumnos nacidos fuera de las islas el porcentaje de víctimas es inferior que entre los nacidos en Balears, con lo que se demuestra que ser de otro país no motiva más agresiones ni insultos.