"El próximo año va a ser muy duro". "Auguro un 2010 movidito". "Hemos recibido multitud de llamadas indignadas de nuestros afiliados". "Malestar, cabreo, indignación y una tremenda decepción entre los médicos".

Estas son algunas de las perlas que ayer soltaron los responsables sindicales de los empleados públicos que verán cómo el Govern, de manera unilateral y sin comunicarlo a ningún sector afectado, ha decidido suspender los aumentos salariales pactados para el próximo año a sanitarios, docentes y funcionariado autonómico. Mientras tanto, en próximas reuniones, los diferentes sindicatos decidirán qué movilizaciones y protestas llevan a cabo para intentar evitar esta suspensión.

Tal y como adelantó ayer DIARIO de MALORCA, alrededor de 23.000 empleados públicos se quedarán sin percibir a partir del próximo mes de enero aumentos salariales pactados con la administración autonómica en los años precedentes.

El conseller de Economía, Carles Manera, admitió que en este momento el Govern no tiene fondos suficientes para hacer frente a todos los compromisos adquiridos con el personal de la Comunitat Autònoma, ante la previsión de que durante el próximo año sus ingresos van a caer en unos mil millones de euros a causa de la crisis económica. "Están lloviendo piedras", afirmó, "lo que nos obliga a actuar de forma responsable".

El conseller rechazó que el Govern pretenda incumplir los compromisos que había adquirido para mejorar las retribuciones a los empleados en la Administración autonómica, y afirmó que lo único que se pide es un cambio en los plazos acordados, a la espera de que la situación económica mejore.

Carles Manera subrayó que en este momento los mayores esfuerzos del Ejecutivo van dirigidos a las personas que han perdido su empleo y sus ingresos o se encuentran en una situación social más vulnerable, y a mantener una inversión pública que ayude a reactivar la economía y mantener la actividad empresarial, para lo que se ha optado por llegar "al límite del endeudamiento".

Parafraseando a los líderes sindicales con los que previsiblemente tendrá que lidiar el Ejecutivo autonómico este otoño, el titular de Economía dijo que "2010 va a ser un año muy duro". No obstante, confió en que la situación comience a dar señales de recuperación, ya que cuando ésta se produzca, dijo, "tendremos más oxígeno para cumplir nuestros compromisos". Sin embargo, reconoció que "en este momento no podemos prometerlo todo sin engañar", de ahí que se reclamara un "esfuerzo de responsabilidad" a las organizaciones sindicales ante una situación de "crisis severa".

Por su parte, el presidente del Govern, Francesc Antich, negó ayer que se vayan a congelar los sueldos de los funcionarios, al ser un aspecto que está determinado por la normativa estatal y recordó que los únicos salarios que han experimentado esta medida han sido los de los políticos.

Después de que Manera indicase que la crisis ha obligado al Govern a "modular temporalmente" los acuerdos salariales pactados con los funcionarios y el personal sanitario y docente, Antich incidió en que "lo único que se congela son los sueldos de los políticos".

´Seny´ al Govern

Mientras tanto, las centrales sindicales perfilan sus estrategias. Los líderes de los funcionarios autónomicos se reúnen hoy para decidir futuras manifestaciones contra esta medida. Joan Palou, secretario general de la sección sindical de la CAIB de CCOO no descartó la posibilidad de tomar las calles mientras que Miguel Ángel Romero, de UGT, señaló que "nuestros servicios jurídicos nos han indicado que podemos actuar jurídicamente contra esta suspensión de los acuerdos pactados porque la actuación de la Administración es nula de pleno derecho". De la misma manera, indicó que han pedido reuniones con todos los grupos de arco parlamentario balear para intentar cambiar esta medida. "Esperemos que el Govern recupere el seny y rectifique durante la tramitación parlamentaria de los Presupuestos", confió.

Isidro Torres, secretario general del Sindicato Médico, anunció una reunión extraordinaria de su comité ejecutivo el próximo lunes y no descartó ninguna medida contra una Administración que "incumple los acuerdos firmados y publicados en el BOIB". "Ni está ni se le espera", dijo sobre una posible explicación del algún responsable del Ib-Salut.

Jorge Tera, representante del sindicato de enfermería, abogó por la unidad sindical de todos los sectores de la sanidad pública balear en las juntas de personal que se celebrarán el próximo lunes y pronosticó mayores ajustes de plantilla con una disminución "cercana al 10% en el presupuesto de la conselleria de Salud para 2010".

Por último, Antoni Sacarés (CSIF), en nombre de todos los sindicatos de la enseñanza concertada a excepción de USO no firmó el acuerdo suspendido, señaló que ya han registrado escritos en el Parlament para reunirse con los grupos políticos necesarios para que echen para atrás esta suspensión contemplada en el anteproyecto de ley presupuestario. "Han suspendido unilateralmente un acuerdo pactado por sindicatos, patronal y ellos mismos", recordó.