El cierre de la temporada alta ha confirmado las malas cifras que se venían registrando en la industria turística mallorquina. Tras los recientes datos publicados por este diario, respecto a que la Playa de Palma inicia la temporada de otoño-invierno con apenas 25 hoteles abiertos, la otra gran zona turística de la bahía de Palma, Palmanova-Magaluf, hace balance del año, con resultados negativos.

Esta comarca se dedica preferentemente al turismo británico, de tal manera que al bajar de forma notable este mercado, ha tenido su inmediata repercusión en la zona. La caída de la cotización de la libra esterlina frente al euro es una de los principales razones del descenso británico. Es un mercado que viaja sobre todo por precio, así que el encarecimiento de las vacaciones en los países de la zona euro le ha afectado gravemente.

El portavoz de la asociación hotelera, Joan Espina, ha indicado que se ha registrado un descenso de turistas del 17 por ciento. Los establecimientos de alojamiento han tenido esta temporada 85.000 huéspedes menos, lo que supone un descenso de 500.000 estancias. Las empresas turísticas han tenido fuertes descensos de sus beneficios, que han girado entre un –20 y un –60 por ciento.

El verano ha sido tan flojo que un tercio de la planta hotelera ha debido cerrar antes de final de octubre, "cuando lo habitual es que el 100 por ciento lo hiciera el 31 de octubre", comentó Joan Espina.

Además, el inicio de la temporada baja presenta perspectivas igualmente negativas, puesto que permanece abierto un 21,62 por ciento de las plazas hoteleras cuando en la temporada baja anterior, 2008/2009, estaba activo el 28,37 por ciento de los hoteles.

El balance realizado por la patronal hotelera de Palmanova-Magaluf también incluye un dato preocupante sobre el turismo de empresas, que ha descendido este año un 70 por ciento, mientras que el de reuniones cayó un 60 por ciento.

Las agencias de viajes mayoristas han tenido un 32 por ciento menos de clientes en la zona, y las minoristas bajaron en nada menos que un 57 por ciento. Sin embargo, se ha mantenido la cifra de clientes directos, lo que significa que este es un sistema comercial que sigue en auge. También se mantiene la cifra de turistas de la tercera edad, aunque se trata de un segmento minoritario.