Gerardo Díaz Ferrán, presidente de la organización patronal española CEOE, justificó el impago de 755.000 euros al constructor mallorquín Joan Rigo, al que contrató para la reforma de su chalé de lujo en la calle Rossegada, 47, de Bendinat, en la devolución a él de pagarés y otros efectos bancarios por 10 millones de euros. Otros acreedores de Balears y del resto de España podrían unirse a la solicitud de concurso necesario de Díaz Ferrán y de tres de sus principales empresas.

Joan Rigo, un constructor mallorquín representado por Javier Massanet, solicitó la semana pasada en los juzgados de Madrid el concurso necesario (antigua suspensión de pagos o quiebra) de Gerardo Díaz Ferrán, el presidente de la patronal española CEOE y dueño de un imperio de más de 50 empresas, entre las que destacan Air Comet y Viajes Marsans. Rigo es el industrial que estaba reformando en Bendinat el chalé de lujo de Díaz Ferrán, obras que ya ascendían a casi 4,3 millones de euros, y reclama al líder empresarial unos 755.000 euros.

La solicitud de concurso necesario se ha extendido a Inversiones Grudisan S.L.; Holisan Inversiones S.L. y Limpiezas Roda S.L., consideradas sociedades matrices del antaño poderoso imperio empresarial de Díaz Ferrán y su familia.

Rigo optó por acudir a los juzgados de lo mercantil tras pasar varios meses intentando que Díaz Ferrán le hiciese efectivos los múltiples pagarés que le ha entregado a cuenta de las deudas.

Estos pagarés, y algunas letras de cambio, han sido impagados y devueltos a Jojaina S.L., la empresa de Rigo. El constructor mallorquín había ido endosando estos pagarés a otras empresas participantes en las obras, como subcontratistas y proveedores de materiales, con lo que la cadena de impagados ha crecido considerablemente.

La solicitud del empresario mallorquín postula que el presidente de la CEOE carece de solvencia, como lo acreditarían las deudas contraídas con él y los impagos a otras empresas.

"Estoy en números rojos"

Según la versión del empresario mallorquín, Díaz Ferrán empezó a no pagarle sus deudas en abril del 2009. En ese mes ya se produjo un primer problema al no recibir Rigo una transferencia de 50.000 euros acordada con su cliente. Ambas partes emplearon, entre otros métodos de comunicación, los socorridos SMS telefónicos.

El presidente de la patronal respondió a esa primera reclamación asegurando que había autorizado la transferencia, pero quizás había surgido algún problema. "Mañana te mandaré por lo menos 30.000 (euros)", zanjó Díaz Ferrán.

El dinero no llegó. El día 5 de mayo siguiente, el presidente de la principal patronal justificó la demora en que a él le habían "devuelto más de 10 millones de euros" en pagarés. "Me han puesto en números rojos, espero arreglarlo mañana".

Los contactos entre el constructor palmesano y su cliente madrileño se prolongaron entre abril y finales de octubre en un intento del primero de conseguir cobrar la deuda por los trabajos realizados en el chalé. Rigo endosó algunos pagarés y letras en otros pequeños industriales y proveedores que habían participado en la reforma. Estos últimos tampoco consiguieron cobrar esas promesas de pago.

Díaz Ferrán atribuyó también su insolvencia a varios Ayuntamientos y otros empresarios que no le pagaron a él sus créditos.