El president Francesc Antich citó ayer los dos factores que, a su juicio, han lastrado la labor de Bàrbara Galmés: la "presión externa" sobre el departamento y las "dificultades en la negociación préstamos" para la construcción de nuevos centros educativos. Galmés (Palma, 1955) se ha topado con más enemigos dentro de la casa que fuera. Sus colaboradores siempre se han quejado de la falta de fondos para ejecutar las obras en infraestructuras que le reclamaban desde el Consolat. En este sentido, sus subordinados lamentan la falta de colaboración y las "zancadillas" del conseller de Economía y Hacienda, Carles Manera, reacio a acelerar el trasvase de dinero a su departamento.

Bàrbara Galmés abandona Educación de manera precipitada, al segundo día del inicio del curso escolar. Su trayectoria en el Govern se ha limitado a dos años, pese a su experiencia como profesora de Educación Secundaria. Licenciada en Filología Hispánica, estuvo al frente del instituto Son Rullán, fue jefa de servicio en la dirección general de Comunicación de Presidencia durante el primer Govern de Antich y, durante la campaña electoral, formó parte del equipo del actual presidente. La parálisis en las obras de muchos centros educativos ha sido el detonante de su relevo al frente de una de las conselleries de mayor relieve.