El juez José Castro, del juzgado de instrucción número 3 de Palma, trata de averiguar si el ex director general de Deportes, José Luis Ballester, pagó su chalé de sa Ràpita (Campos) con dinero negro. Este asunto forma parte de las líneas de investigación abiertas por el instructor y los fiscales Anticorrupción, quienes ayer tomaron declaración al arquitecto y al constructor de la casa. Ambos profesionales, defendidos por los abogados Eduardo Valdivia y Alberto de Juan, declararon como imputados. Al final de su comparecencia, el juez no adoptó ningún tipo de medida cautelar.

Según descubrió el Grupo de Delincuencia Económica de la Policía, Pepote Ballester emprendió la construcción de su vivienda cuando era un alto cargo del Govern balear e intentó cargar los gastos del arquitecto, que también estaba trabajando para el Palma Arena, al consorcio público del velódromo. Sin embargo, la maniobra fue descubierta por un funcionario del Govern, el cual se negó a que Pepote Ballester colara la factura. Este funcionario ya ha declarado ante la Policía y ha contado con pelos y señales la maniobra del ex medallista olímpico.

Tras ser detenido, el ex director general de Deportes tuvo que detallar ante el juez cómo levantó el chalé, ya que existían serias sospechas de que habría abonado las obras con dinero obtenido de las comisiones de las empresas participantes en la construcción del velódromo. El ex deportista de élite negó que hubiera cobrado comisiones y también rechazó que remunerara al arquitecto y al constructor con dinero negro. Explicó que edificó la casa porque era propietario del solar y que pudo emprender la obra tras vender otra vivienda familiar. Sostuvo que sobre el chalé de sa Ràpita pesa una hipoteca que abona cada mes.

El arquitecto Antoni Marqués, interrogado ayer por el juez, afirmó que no había cobrado en dinero opaco a Hacienda. También aseveró que posee facturas sobre los gastos que le abonó su cliente. En la misma línea declaró también el constructor Jaime Navarro, llamado ayer por el juez Castro, que mostró las facturas que le había desembolsado Ballester.