El ex gerente del Consorcio del Palma Arena, Jorge Moisés, admitió ante los investigadores que la obra del velódromo "era muy difícil de controlar". Moisés argumentó que los trabajos de construcción de la instalación deportiva se desarrollaban de manera muy rápida. Según su versión, tenían mucha presión para que el Palma Arena se terminara en el plazo previsto. El ex gerente también criticó el proyecto inicial del afamado arquitecto alemán Ralph Schürmann, del que dijo que había muchas deficiencias y el presupuesto no se ajustaba a la realidad. Jorge Moisés descartó rotundamente haber cobrado comisiones, haberse beneficiado económicamente, así como haber negociado los precios con los proveedores de la obra. Sin embargo, el publicista imputado sí le culpó de cobrar distintas comisiones de las facturas que él emitía.