Las cinco personas que todavía continúan detenidos en el marco de la "Operación Espada", por su presunta vinculación con una supuesta trama de corrupción en el velódromo Palma Arena, han pasado hoy a disposición judicial para declarar ante el juez que instruye el caso, José Castro.

Los detenidos son el ex gerente del velódromo, Jorge Moisés; el ex director general de Deportes del Govern, Pepote Ballester; el portavoz del PP en el Ayuntamiento de Palma, Rafael Durán; el director de la empresa de comunicación Nimbus, Miguel Romero, y el director general de la UTE, que construyó el pabellón deportivo.

Todos han sido trasladados en una furgoneta de la Policía Nacional, a las 8.50 horas, hasta los juzgados de Vía Alemania de la capital balear, esposados y con aspecto demacrado después de pasar tres días completos -el tiempo máximo permitido- en los calabozos de la Jefatura Superior de Policía de Baleares, en la calle Ruíz de Alda.

A las 10.00 horas, aún no habían comenzado a prestar declaración ante el juez Castro, aunque se espera que lo hagan durante toda la jornada de hoy.

Los otros tres arrestados en el caso -el ingeniero Miguel Ángel Verger; el ex director general de Deportes del Consell de Mallorca, Antoni Palerm, y el arquitecto Ignacio A. S.- han sido ya puestos en libertad. En el caso de Antoni Palerm, está en libertad con cargos porque se le acusa de negociaciones prohibidas.