El 14 de noviembre de 2004 se acordó la creación del Consorcio para la construcción del velódromo de Palma, integrado por el Govern, el Consell de Mallorca y el ayuntamiento de Palma, para encargarse de levantar la pista ciclista cubierta y ponerla en funcionamiento. Cada una de estas instituciones designó a tres representantes para formar la junta rectora, el máximo órgano de dirección del consorcio, y que estuvo integrada por políticos del PP y otros cargos de confianza. Toda su gestión está ahora en entredicho.