Aumenta el número de bajas entre el profesorado por cuestiones psicológicas. Un 5% de los profesores de Primaria y un 4% de los de Secundaria está de baja por depresión o ansiedad. Éste es el motivo que menos peso tiene en el absentismo laboral, pero es el que acumula periodos de baja más largos. En Primaria, los docentes están una media de 73 días sin acudir al colegio por este motivo; en ESO, el promedio es de 68,1 días sin ir.

Así lo recoge el estudio realizado por la Federación de Enseñanza de Comisiones Obreras sobre los riesgos psicosociales en el ejercicio de la docencia. El secretario general del sindicato, Miquel Àngel Molina, quiso resaltar el impacto que puede tener que un profesor esté más de dos meses de baja (el promedio entre las féminas supera los tres meses), ya que implica poner un sustituto, hace daño al funcionamiento de los centros, afecta al aprendizaje de los niños...

El informe - para el cual se han entrevistado a 1.1120 profesores- pone de manifiesto que hay muchos afectados por cuestiones psicológicas que no piden la baja. Según constestaron los docentes, uno de cada cuatro profesores sufre problemas de ansiedad o depresión. Como apuntó Rafel Pons, secretario general de la Federación, muchos casos de este tipo quedan "escondidos" entre enfermedades comunes, que es el primer motivo de baja y afecta a alrededor del 27% de la plantilla.

Muy relacionado con las cifras de absentismo laboral están los resultados sobre el estrés docente, fenómeno que normalmente "no se reconoce", apuntó Molina. Los nervios, la tensión e incluso el "temor" ante según qué tareas afectan a más de un tercio del cuerpo docente de las islas. Ese mismo porcentaje reconoce que eso acaba manifestándose en una "respuesta agresiva" ante los problemas laborales.

La desmotivación es otro de los factores que nutre al estrés y a la vez se alimenta de él. Más de un 32% de los docentes indicó estar quemado, desmotivado ante su trabajo, la misma proporción de profesores que reconoció "estar apático" y que no ocultó que si le ofrecieran un trabajo con las mismas condiciones económicas, no dudaría en dejar su labor educativa. El hecho de que casi la totalidad de los encuestados considerara que su trabajo está poco valorado puede entenderse como otro motivo para estar desmotivado. Otra causa es que muchos sienten que su trabajo ha perdido su razón de ser: casi la mitad se percibe a sí mismo más como "guardador" de niños que como transmisor de conocimiento.

A pesar de todo, dos tercios del cuerpo docente tiene una percepción positiva de su profesión. Lo que más valoran es el tiempo de vacaciones del que disponen.