Diego González reveló que en una inspección realizada en la barriada de Pere Garau a principios de marzo detectaron el contenido de un container ya almacenado con cerca de 3.000 productos "potencialmente peligrosos para los consumidores que serán destruidos. Se trara de efectos de puericultura, pequeños electrodomésticos y juguetes". El director general de Consumo quiso resaltar la colaboración que les prestan la Guardia Civil y la Policía Nacional en estas inspecciones así como la cada vez más estrecha colaboración con la Policía Local en la inspección de los mercadillos callejeros y en la venta ambulante que "son zonas de su competencia. Hemos facilitado a los agentes municipales un listado de los productos peligrosos sobre los que tienen que estar alerta". El director general de Consumo señaló que su departamento cuenta con doce inspectores para cubrir todo el archipiélago, uno en Menorca y otro en Eivissa y los diez restantes en Mallorca. "No obstante, cuando hay una batida amplia en alguna de las islas menores, solemos desplazar un equipo desde Mallorca para que les apoyen en las labores de inspección".