El Sindicat de Periodistes de les Illes Balears (SPIB) denunció ayer a través de su web (www.speriodistes.com) la supuesta existencia de audímetros colocados en los domicilios de trabajadores de IB3, cuyos televisores estarían conectados permanentemente en el canal autonómico manipulando así la medición de audiencias a favor de la televisión autonómica. El SPIB ha efectuado esta denuncia a través de un artículo del periodista Jaume Oliver, miembro de la Ejecutiva del Sindicat, con el aval de la dirección de la organización sindical de periodistas.

Ayer mismo el director del ente autonómico, Antoni Martorell, sostuvo que IB3 es "totalmente ajena" a la colocación de los audímetros, que dependen de la empresa de medición Sofres que "mantiene en absoluto secreto los domicilios" en los que se encuentran. "Es imposible que podamos saberlo porque son datos totalmente protegidos por parte de Sofres y nadie puede influir lo más mínimo sobre su ubicación".

En concreto, bajo el irónico título de "Las reglas del club del audímetro", el artículo del SPIB relata una reunión de periodistas en la que, comentando la subida de audiencias de IB3, tres de los asistentes pusieron en duda la veracidad de estos datos afirmando, cada uno de ellos, que conocían a una persona que tenía un audímetro. Curiosamente, en los tres casos los conocidos eran o habían sido trabajadores de IB3.

De acuerdo con las reglas que utiliza Sofres para garantizar que la medición de audiencias es representativa de la realidad, ninguna persona que tenga relación directa o familiar o de amistad con alguien relacionado con los medios de comunicación puede tener un audímetro, según se menciona en el artículo, con el fin de no distorsionar la radiografía estadística. El SPIB recuerda la importancia de las audiencias que miden estos aparatos, ya que "cada décima por encima o por debajo en la guerra de la audiencia puede suponer mucho dinero en ingresos publicitarios".

Agrega que antes de 2006 en Balears había al menos 40 audímetros, pero con la televisión autonómica Sofres aumentó el número hasta alrededor de 200 aparatos para tener una visión más real de las preferencias televisivas de Balears. "Como mínimo, vulnerando toda metodología estadística, tres de los aparatos se instalaron en las casas de personas vinculadas a IB3", resalta el artículo del SPIB. Añade que estas tres personas, cuyos nombres no revela, representan estadísticamente "la voluntad de miles de espectadores de Balears".

"Puedes poner que el director general de IB3 se puso a reír", contestó el máximo responsable del ente autonómico al ser consultado por este periódico. Aunque IB3 tiene contratados los servicios de Sofres, recordó que "se trata de la empresa que tiene el monopolio de medición de audiencias en España y no informa a ninguna televisión sobre dónde coloca los audímetros". Por ello, insistió en que las acusaciones del SPIB son un "tema totalmente ajeno a IB3", aunque sería ésta la televisión beneficiada por estos tres audímetros supuestamente colocados en domicilios de trabajadores de IB3.

Agregó que Sofres "tiene unos sistemas de control brutales después de años de experiencia y si, por ejemplo, alguien tiene durante ocho horas el mismo canal de televisión sintonizado, ya no se da por bueno este resultado".