Jean Nouvel, el prestigioso arquitecto francés que ganó en mayo del 2006 el concurso organizado por el anterior Consell de Mallorca para enajenar dos solares en Can Domenge y levantar allí una urbanización de diseño y emblemática, declaró ayer, mediante una vídeoconferencia desde París y a una jueza palmesana, que dispuso 8 meses antes del concurso de datos básicos sobre el proyecto. Ayer también testificó en el juzgado de instrucción 12 de Palma Josep Ribas, uno de los dos arquitectos catalanes que participaron con Nouvel en el proyecto.

El juzgado número 12 investiga desde marzo de 2007 una querella del empresario catalán Josep Lluis Núñez i Navarro contra la cúpula del anterior Consell, integrada por 16 consellers del Partido Popular y tres de Unió Mallorquina; las empresas ganadoras del concurso, la UTE Ferratur-Sacresa; y técnicos de la institución insular. La querella atribuye a los políticos y a los ganadores una supuesta trama para vender los solares de Can Domenge a mitad de su valor de mercado: treinta millones de euros sobre sesenta millones, a cambio presumiblemente de sobornos. La fiscalía anticorrupción también comparte las sospechas de Núñez i Navarro.

Nouvel se definió como un creativo o un artista de la arquitectura, rodeado de un amplio número de expertos colaboradores. En enero de 2005 directivos de Sacresa, que se habían enterado por la prensa de las intenciones del Consell respecto a Can Domenge, contactaron con él para ver si estaba interesado en diseñar un complejo de viviendas de alto nivel arquitectónico en Palma. La empresa que después resultó ganadora del concurso convocado por el Consell de Mallorca en enero de 2006, facilitó en junio del 2005 a Nouvel datos sobre la clase de viviendas, densidad urbanística y tipo de edificaciones muy similares a los incluidos en la convocatoria oficial. El arquitecto francés ya fue contratado por Sacresa en junio del 2005.

No temas económicos

Nouvel explicó que él no se ocupa de los aspectos económicos de sus proyectos. Él diseña los proyectos y delega en sus colaboradores el trabajo de campo. Un grupo de sus más escogidos ayudantes vino a Palma para estudiar el encargo.

En enero de 2006 le comunicaron a Nouvel que el proyecto era oficial y que urgía su redacción. El arquitecto francés puso a trabajar a muchos de sus ayudantes en el proyecto.

Nouvel señaló ayer que asumió el trabajo de Can Domenge porque quería combinar una zona residencial de gran calidad con usos comerciales y espacios para el ocio.

El autor del proyecto ganador precisó que en un principio se habló de dos tipos de viviendas: unas más caras y otras más baratas, pero no supo precisar si estas últimas iban a ser equivalentes a las de protección oficial.