Miquel Nadal se mostró ayer apesadumbrado por la actual situación que vive su "amigo" Vicens: "Tengo dos sentimientos, uno de ellos doloroso porque conozco a Tomeu Vicens desde hace muchos años, así como a su mujer y sus dos hijas. A nivel personal, le prestaré todo el apoyo que pueda", aseguró el president de UM. Precisamente en virtud de ese cargo, se produce su ambivalencia de sensaciones, pues "si se demuestran" los hechos delictivos que se imputan a Vicens, "le pediríamos que dejara todos sus cargos".

Preguntado por si recomendaría a Vicens que dimitiera como diputado del Parlamento balear sin esperar más, recordó que la decisión le corresponde únicamente a él, si bien dejó claro: "Yo sé lo que yo haría en mi caso", en referencia a lo que acababa de decir, que él abandonaría todas sus responsabilidades institucionales y de partido en el supuesto de demostrarse que se habría lucrado con dádivas ilegales. "Hay que ser implacables contra la corrupción", afirmó el líder de Unió Mallorquina.