La caja metálica del ColaCao nos estaba condenando, una vez más, al ostracismo de provincias. Suerte del di(m)putado de UM Bartomeu Vicens, que aunque no escriba libros -como Antònia Ordinas e Isabel Rosselló- demuestra tener más estilo que la pareja entre barrotes. Un político con dinero a buen recaudo en un paraíso fiscal... por fin los telediarios nos citarán como ejemplo de corrupción en mayúsculas; no podíamos permitirnos por más tiempo estar perdiendo posiciones con Marbella. Ya que en la Península hablan de nosotros, por lo menos que no nos dejen como paletos que sólo saben comer ensaimada y enterrar billetes en el jardín. De isla a isla, y tiro porque me toca. Comprendemos que el auténtico artífice -como lo leen- del Pacto de Progreso eligiera las Caimán dejándose vencer por sus bajas pasiones de buen mallorquín -dichosa roqueta-, aunque lamentamos haber descubierto que jugó con nuestros sentimientos. Como nacionalista de pro, debería haber invertido en Andorra. Y eso, no se lo perdonamos.