Los directivos de la Asociación de la Empresa Familiar de Balears pidieron ayer al president Francesc Antich que se enfrente a la crisis de la misma forma que hacen las empresas, recortando gastos pero no inversiones.

Antich les recibió en audiencia junto al conseller Carles Manera, y mantuvieron una larga conversación, por espacio de una hora. Durante la entrevista, los directivos, encabezados por su presidente Juan Carlos Rosselló, le expusieron una serie de peticiones para revitalizar la economía como la ya citada de frenar el gasto, "mediante una optimización de los recursos".

Tras la reunión, Rosselló dejó claro que estamos viviendo "una crisis real y total". Las empresas familiares de Balears -60 forman parte de la asociación- reúnen entre todas el 35 por ciento del PIB balear y sólo el cinco por ciento de las mismas está padeciendo una situación difícil.

La contención del gasto público es la principal de las peticiones, pero hubo otras como "la agilización de trámites administrativos para facilitar las inversiones, más formación profesional, y adaptar al comercio las nuevas demandas de los ciudadanos, como la posibilidad de tener una oferta comercial constante y liberalizada", dijo la directora general de la asociación Marilena Jover.

Los empresarios se han mostrado interesados en "lograr la cogestión de los aeropuertos" y según explicó Jover, creen que "el turismo es el sector del futuro, pero hay que desterrar la oferta obsoleta y diversificarla".

Respecto al recorte del gasto público, Rosselló aclaró que ello se debe hacer "sin mermar los servicios sociales", y además, abogó por mantener las inversiones públicas.

Un año de crisis

El presidente de la asociación dijo que las empresas familiares se enfrentan a la crisis en mejores condiciones que otras, y manifestó no tener previsiones sobre su duración, aunque estima que podría mantenerse "durante un año o año y medio".

Rosselló dijo tener claro que Balears está en mejor situación que otras comunidades para enfrentarse a esta situación, lo que se debe a las buenas perspectivas que ofrece el turismo.

La construcción es la que tiene peores perspectivas pero otros sectores tienen una mejor situación. en el caso del turismo, "la temporada parece que será muy buena aunque se han perdido quince días de junio".