Las rebajas iniciadas ayer han recibido el calificativo de "históricas" tanto desde el comercio tradicional como desde las grandes superficies por un cúmulo de factores tanto negativos como positivos. Pocas veces se había llegado a este inicio de campaña con tanto producto sin vender debido a la baja demanda de meses anteriores y a la meteorología adversa, pero pocas veces también se había abierto este periodo de liquidación de existencias con tanta afluencia de público y con descuentos tan altos. Sin embargo, desde las patronales del sector no se oculta el temor a que este aumento de las ventas sea más breve que en ediciones anteriores debido a la debilidad de muchas economías familiares.

La primera hora de la mañana fue de los grandes establecimientos, con importantes colas en los aparcamientos del centro comercial Porto Pi y una gran afluencia de consumidores de El Corte Inglés. Sin embargo, a medida que avanzaba la mañana las tiendas tradicionales comenzaron a comprobar como sus ingresos en caja iban aumentando considerablemente. Según algunos comerciantes del centro de Palma, las ventas realizadas ayer superaron en un 30% las que contabilizaron durante el primer día de la campaña de descuentos estivales de 2007.

"Descuentos altísimos"

El presidente de la patronal Afedeco, Bartolomé Servera, destacó que las noticias que estaba recibiendo de sus asociados confirmaban que el inicio de las rebajas se estaba viendo marcado por una "extraordinaria afluencia" de consumidores y por los "descuentos altísimos" que se estaban aplicando. Los presidentes de las zonas de Jaume II, Sant Miquel, Jaume III o Velázquez respaldaron esta gran concentración de clientes, muchos de ellos turistas. "La gente va cargada con bolsas -apuntó uno de los empresarios consultados-, que es la mejor prueba de que la gente no se está limitando a mirar y está comprando".

Tanto desde el centro comercial de Porto Pi como desde El Corte Inglés se coincidió en que el inicio de las rebajas "está siento incluso mejor de lo que habíamos previsto", y se insistió en asegurar que se estaba tratando de una campaña "histórica", tanto por el fuerte volumen de ventas como por lo elevado de los descuentos, que se movían en torno a un 50% en muchos de los productos. La gran afluencia de público resultaba también patente en Festival Park. Esta situación llegó a provocar algunos problemas en el tráfico y obligó a desplazar a agentes locales a los puntos más conflictivos.

Sin embargo, desde las patronales del comercio balear se reconocía que era pronto para caer en la euforia. Así, Pimeco no hará su primera valoración hasta la mañana de hoy, mientras que en Afedeco se va a esperar hasta la próxima semana para hacer una apreciación más detallada de lo sucedido.

Un aspecto en el que también hay coincidencia es que la tarde del viernes y la jornada del sábado van a ser determinantes para calibrar el alcance de lo que está sucediendo en estas rebajas, dado que son los días de la semana en la que los comercios registran una mayor afluencia de clientes.

Pero además existe una enorme incertidumbre respecto a la duración que va a tener este fuerte aumento de la demanda, y no se oculta el temor a que la alegría de los consumidores se mantenga sólo durante unos pocos días, pese a que la campaña de descuentos se va a prolongar durante los dos próximos meses. Según Bartolomé Servera, "si con descuentos del 50% no se consigue vender el producto que hay almacenado, habrá que replantearse muy seriamente el alcance real de la crisis que estamos viviendo". Inicialmente, las asociaciones de consumidores prevén un gasto medio de 150 euros por persona.