Afirmó que no se presentaría y lo hizo; ha denunciado el congreso del partido que aspira a presidir; ha exigido la marcha de quienes viven de la política y ha desautorizado a su madrina política, Rosa Estarás. El alcalde calvianer, Carlos Delgado, ha tratado por todos los medios de destruir el aparato del partido popular, en calidad de renovador a la vez que garante de una supuesta libertad lingüística que no esconde su profunda raíz anticatalanista. Hoy las urnas del partido decidirán la penetración de su mensaje, pero todo apunta a que habrá sido más molesta que profunda.

-Dispone usted de los avales justos para presentar su candidatura, y eso sugiere que no puede usted ganar este congreso. ¿Qué habrá conseguido?

-Al llegar a los cuatrocientos dejamos de pedir avales; ya superábamos el mínimo exigido de 360 y disponíamos de cierto margen. En el caso de que haya bajas, siempre podremos pedirlas en el mismo congreso. El hecho es que un 20 por ciento de los compromisarios ya se ha retratado con su documento nacional de identidad y poniendo su firma.

-Pero ¿qué habrá conseguido con una derrota?

-Cuando decidimos presentarnos, después de ver lo que ocurría en el partido, hicimos una candidatura improvisada. De hecho, esta candidatura me ha hecho perder unas vacaciones ya pagadas en Formentera, junto a mi mujer y mis hijos [al parecer, no pensaba asistir al congreso]. Me presenté por principios y por ideología. Sabíamos dónde estábamos, y lo que íbamos a hacer, no adónde íbamos a llegar. El aparato del partido decía que ni siquiera tendríamos suficientes avales para la candidatura. El objetivo era conseguir el número suficiente de compromisarios como para ser oídos en el congreso.

-Pero no para ganar.

-Vamos a sacar tantos votos como sea posible para que la cúpula vea que no puede darle la espalda a las personas que van a votar a mi candidatura. No volverá a ganar elecciones si no cuenta con ese 20 por ciento de votantes a los que representan mis compromisarios.

-Se le ve como un traidor. Estarás lo nombró director general.

-Y a ella la nombraron Matas y Cañellas y Soler, es una superviviente nata. Yo soy la persona más leal del partido con ella, la defendí ante Angel Acebes (entonces secretario de organización) cuando Matas se fue. Lo que ocurre es que en los últimos meses le he dicho que el PP estaba olvidando sus principios.

-En cualquier caso, se le critica por las formas prepotentes.

-Siempre estamos a vueltas con lo mismo. La tendencia del aparato es poner al otro como ´el malo´. Pero yo he defendido siempre a Rosa Estarás, y ella lo sabe.