"¿Cómo puedo decirlo más claro? Mientras yo sea presidenta, no se desarrollarán las áreas de reconversión territorial", el dudoso cambio de cromos urbanísticos acordado entre PP y UM en la pasada legislatura. Esta conclusión dio la presidenta de Mallorca, Francina Armengol, a una conferencia de prensa en la que presentaba la cuadratura del círculo: la detención aparente de las polémicas reconversiones, investigadas por el juez, sin anularlas y desautorizar con ello a UM, uno de sus redactores y actual socio de su gobierno.

Las áreas de reconversión territorial (ART, en el mar de siglas urbanísticas) pactadas durante la redacción del Plan Territorial de Mallorca preveían el traslado de edificabilidad de un municipio a otro; pero esto suponía en algunos casos aumentos injustificados de los planes, hasta llegar al pelotazo, según sospecha el juez.

Ayer la socialista Armengol presentó como "gran acuerdo político", junto a Joana Lluïsa Mascaró (Bloc) y Miquel Àngel Flaquer (UM), las breves modificaciones del Plan Territorial que estorbarán la construcción en estas áreas mientras los partidos del Pacto llegan a una decisión definitiva, tras analizar caso por caso.

De manera muy resumida, se puede decir que el desarrollo de las ART deberá respetar un futuro reglamento del Consell, pendiente de acuerdo político; en ningún caso además se podrá actuar en ellas sin adaptar previamente sus planeamientos al Plan Territorial.

Armengol recordaba en este sentido que el acuerdo entre los socios de gobierno fija el límite de actuación a final de legislatura, de manera que este aplazamiento de la decisión definitiva no supone un incumplimiento. Sin embargo, en sus discursos la presidenta decía esperar un acuerdo final antes de que expire la moratoria que ´protege´ las ART, el próximo día 17. Ahora el Consell convocará un pleno extraordinario antes de esa fecha para aprobar las modificaciones, consensuadas entre los socios.

Flaquer se dijo satisfecho por un acuerdo "laborioso y fructífero", puesto que aclara la redacción del Plan Territorial sin modificarlo substancialmente. Mascaró aceptó que su "grado de satisfacción no puede ser el mismo". Armengol, por su parte, respira tranquila, porque ahora le basta con eliminar una ART antes de 2011 para haber cumplido su promesa reiterada. "El mensaje es claro: no se desarrollarán estas áreas hasta que haya acuerdo para eliminar alguna". Y no dará tiempo a edificarlas.