La protesta de los transportistas comienza a repercutir en mercados, supermercados y grandes superficies, que ven cómo determinados alimentos, sobre todo los frescos, vuelan de las estanterías en algunos casos sin posibilidad de reponer. "A partir de mañana, si no hay barco, no vendrá género de fuera, lo que no quiere decir que no haya productos en las carnicerías, que pueden tener reservas", manifestó ayer Francisco Algaba, de la carnicería Can Toni, del mercado de s´Olivar, quien añadió que, en su caso, el bloqueo le dejará sin conejos y sin pollos camperos, que le llegan de la península.

Jaume Aguiló, presidente de los carniceros de las islas, manifestó que los comercios tienen cámaras que permiten almacenar "tres veces lo que se consume normalmente" por lo que, según sus cálculos, tienen un margen de maniobra y será mañana, jueves, cuando se percibirá el efecto de la protesta. Agregó que los propios proveedores han comunicado a los comercios que a partir de mañana "puede haber algún problema de abastecimiento", pero precisó que si bien es posible que los compradores no encuentren el producto deseado, siempre podrán optar por otro "porque carne hay".

En el área de pescado de s´Olivar, un comerciante que prefirió no dar su nombre, dijo que ayer ya faltaban algunos productos muy concretos, como por ejemplo ostras, y añadió que hoy se empezará a percibir de verdad la protesta de los transportistas. Además, los pescadores han convocado huelga para hoy y mañana, por lo que no abrirá la lonja ni jueves ni viernes. Esto no quiere decir, puntualizó este pescadero, que no vaya a haber género en las pescaderías, que pueden haber hecho acopio.

Ayer, en una gran superficie de Palma las estanterías de la leche, pasta, y legumbres aparecían semivacías en algunos tramos. Xisca Bauçà, que acudió a por pañales, dijo que, ante la posibilidad de que la situación fuera dura, el lunes hizo una compra fuerte y cargó el coche de gasolina.

Carmen y Beni, que salieron del mismo centro con un carro cargado hasta arriba, aseguraron que no actuaron por pánico a la escasez sino que ya tenían previsto de antemano hacer la compra. De todos los productos que buscaban sólo echaron en falta el aceite habitual.