Los investigadores temen que Vicens podría estar utilizando a su mujer para que apareciera como empleada de la sociedad Metalumba, pero en realidad la estaría controlando él. Su esposa, Antonia Martorell, no desarrolla ninguna actividad profesional conocida. De hecho, se sabe que es ama de casa. Sin embargo, se ha comprobado que ella, a través de la sociedad Metalumba, habría emitido facturas de asesoramiento a uno de los despachos legales más importantes de Mallorca. Los investigadores intentan descubrir en qué tipo de asesoramiento se realizaron estos pagos económicos.