Con motivo del Día Internacional de la Talasemia, Alheta explicó que en España el incremento de la inmigración procedente de China, Centroamérica, África del Norte y el África Subsahariana, donde la talasemia tiene una alta incidencia, está convirtiendo la enfermedad en un problema de salud pública que va en aumento cada año.

Según la asociación, la única terapia farmacológica eficaz para eliminar el exceso de hierro y evitar las complicaciones de la sobrecarga de hierro es un quelante del hierro al tiempo que la estrategia más apropiada para iniciar la prevención de la talasemia es ofrecer un diagnóstico prenatal a las parejas conocedoras de su riesgo.

"De este modo, se puede obtener una gran reducción del número de recién nacidos afectados", agregaron desde Alheta, quienes apuntaron que existe aproximadamente un 25 por ciento de posibilidades de que una pareja en la que ambos sean pacientes con talasemia menor tenga un hijo con talasemia mayor, según la doctora y jefa del Servicio de Hematología y Hemoterapia del Hospital Clínico San Carlos, Ana Villegas.

En concreto, las talasemias son alteraciones de origen genético de la formación de la hemoglobina, la parte de los hematíes o glóbulos rojos de la sangre que suministra oxígeno a todo el organismo. Una forma de talasemia es la beta talasemia, que puede presentarse de dos formas, es decir, la beta talasemia mayor, como la más grave, y la beta talasemia menor, como la menos grave.

Alheta subrayó que mediante un análisis de sangre el médico ya puede sospechar de la existencia del rasgo genético para la talasemia. No obstante, explica la doctora Villegas, para verificar el diagnóstico de la talasemia debe realizarse un análisis especial consistente en un estudio de hemoglobina y el diagnóstico se confirma mediante análisis complejos de biología molecular.

Una vez diagnosticada la talasemia, el tratamiento se establecerá en función del grado de la misma. Así, mientras que en el caso de la talasemia menor los portadores no padecen problemas de salud, excepto en algunos casos una ligera anemia, los pacientes con talasemia mayor deben someterse a transfusiones periódicas, siendo el trasplante de médula ósea la única cura posible.

No obstante, las transfusiones, que se realizan cada tres o cuatro semanas, originan una sobrecarga de hierro en el paciente, complicación más importante en la talasemia mayor puesto que si no se previene produce graves daños en el hígado, el corazón y otros órganos.