Pere Salvà subrayó que los municipios de Calvià, Marratxí y Llucmajor se están convirtiendo en una prolongación de Palma y absorbiendo una parte importante de la población que desarrolla su actividad laboral y de ocio en la capital isleña. Por ello, consideró que a la larga será inevitable la creación de un área metropolitana -como sucede en Barcelona, por ejemplo-, con servicios compartidos entre los diferentes ayuntamientos, aunque ello suponga una cierta pérdida de autonomía municipal.