La situación del campo balear es "crítica" y la ganadería pasa por la mayor crisis de los últimos 25 años debido al fuerte aumento de los costes de producción, sobre todo la mano de obra, el gasóleo y los piensos, según manifestó ayer el presidente de Asaja Balears, Gabriel Company, que presentó el balance del ejercicio 2007.

"El sector agrario está viviendo cambios tan rápidos que no permiten tomar decisiones inmediatas", dijo el presidente de Asaja, quien aprecia la existencia de "una gran desorientación en los mercados" debido a esta circunstancia.

Los incrementos de precios que perciben los payeses por sus productos quedan minimizados por las altas tarifas que están teniendo los combustibles. Los fertilizantes han subido un 50 por ciento y el gasóleo un 22 por ciento, pero ya lleva acumulado un 78 por ciento de incremento en los últimos cuatro años.

Baja la producción

Los frutos secos han sufrido una merma del 25 por ciento en su producción y los precios están muy bajos, como el caso de la almendra, que de los 5,11 euros el kilo de 2005 se ha pasado ahora a 2,7 euros. En cambio, las frutas, verduras y hortalizas mejoraron su comportamiento.

La recolección de patata ha sido apenas más baja que la de 2006, porque se redujo algo la superficie destinada a este cultivo. Se produjeron unas 40.000 toneladas, un 7,6 por ciento menos que el año anterior. En el caso de la viticultura, la producción afectó a 1.500 hectáreas, pero la producción bajó un 20 por ciento. En cambio, se ha producido un aumento en la producción de aceite.

En cuanto al ganado, el porcino ha sufrido una fuerte caída de precios, de aproximadamente un 30 por ciento.

En el caso del caprino y ovino, la bajada de precios se situó en torno al 15 por ciento. Estos menores ingresos se agravan con el gran aumento de los piensos y los distintos productos que deben adquirirse para mantener la actividad agraria y ganadera.