Todas las conselleries deberán impulsar un conjunto de actuaciones para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero y "dar ejemplo" a los ciudadanos en la lucha contra la gran amenaza de este siglo. El plan de acción de la Estrategia Balear del Cambio Climático obligará a los departamentos del Govern a implantar en sus edificios y empresas unas medidas que hacen referencia al ahorro energético, de agua, papel o residuos, además del uso de combustibles no contaminantes en los vehículos oficiales del Ejecutivo autonómico.

Cada departamento deberá sufragar el coste de la adaptación de sus edificios al plan de acción contra el cambio climático. El conseller de Medio Ambiente, Miquel Àngel Grimalt, señaló que el Govern debe ser "el primero en dar ejemplo" en la reducción de las emisiones de CO2, aunque su intención es extender la citada estrategia a los consells insulars y a los ayuntamientos.

Aunque la Comisión Interdepartamental del Cambio Climático incorporará las nuevas aportaciones que cada conselleria presente, el plan de acción contempla medidas para el ahorro energético, la mejora de la climatización y la utilización de las energías renovables.

Respecto a la reducción energética, fuentes del departamento de Medio Ambiente explicaron que se deberán usar bombillas de bajo consumo o instalar sensores en la instalación eléctrica con el fin que se apague la luz en el momento que no haya personal trabajando en la oficina. También se apostará por los aparatos de bajo consumo, además de la mejora de la climatización.

Otro de los programas que se deberán aplicar para que las conselleries sean más ecológicas se centra en la optimización del transporte. Así, el departamento que dirige Grimalt avanzó que los vehículos oficiales usarán combustibles no contaminantes. Otra de las opciones que se barajan es apostar o bien por los coches eléctricos que reducen las emisiones o bien por los ecológicos.

Para ahorrar agua, se propone, además de hacer un uso razonable de este recurso, instalar grifos que regulen automáticamente la abundancia de agua vertida a fin de usar la menor cantidad posible.

En materia de residuos se obligará a su reducción. Por ejemplo, se deberá aplicar una adecuada gestión del papel concienciando al personal a no malgastar, además de usar papel reciclado.

Estas medidas se contemplan en el plan de acción que implantará el Govern entre 2008 y 2012, aunque se añadirán otras. Ahora las conselleries estudian el borrador. El objetivo es que cada departamento haga nuevas aportaciones para reducir las emisiones de efecto invernadero. La estrategia fija actuaciones específicas en cinco sectores: Presidencial e Institucional; Servicios, Comercio y Turismo; Transportes; Industria y Energía; Agricultura y Medio Natural.

Al tener cerradas las líneas de actuación, se calculará hasta qué limite podrán reducirse los gases de efecto invernadero en las islas. El Ministerio aprobó un plan urgente para la reducción entre 2008 y 2012 de 12,09 millones de toneladas de CO2 cada año en toda España. Las comunidades se comprometieron a impulsar estrategias para disminuir conjuntamente 15 millones de toneladas anuales.