Tras dos años consecutivos de descenso del paro en el mes de noviembre, la tendencia se ha quebrado de manera abrupta. En Balears, 48.119 personas se encuentran sin trabajo, lo que supone un incremento del desempleo del 8,16% con respecto al mismo periodo del año anterior.

Sólo tres territorios costeros -Canarias, Comunidad Valenciana y Murcia-, donde el turismo y la construcción también sustentan la economía local, ofrecen cifras más desfavorables que Balears.

Un dato atempera la cascada de figuras negativas cosechadas en noviembre. La población ocupada en las islas continúa al alza: 416.327 trabajadores están dados de alta en la Seguridad Social, casi un 3% más que un año antes. Pero aún siendo positiva esta circunstancia, el ritmo de contratos firmados ha descendido de forma sensible.

Agotamiento

El director del Centre de Recerca Econòmica, Antoni Riera, interpreta que los datos de noviembre confirman un "cambio del ciclo económico" y un "agotamiento del mercado laboral". El descenso continuado de la tasa del paro se remonta a abril de 2005, y en el caso de la construcción, a un año antes. Sin embargo, la tendencia se rompe en primavera y comienzan a encenderse las señales de alarma.

Antoni Riera subraya el incremento del desempleo en la construcción fruto de un decaimiento en la actividad. En los últimos doce meses el paro ha crecido casi un 34%, lo que implica una evolución más adversa que en cualquier otro ámbito económico. En el sector servicios la subida ronda el 7%; en agricultura, el 25%; mientras en industria retrocede el desempleo.

La situación por la que atraviesa Balears, donde el ´ladrillo´ vive sumido en un bache, se asemeja al del resto del país y es probable que el panorama continúe así en los próximos meses, vaticina Riera.

El presidente de la Asociación de Constructores de Balears, Sebastià Pastor, confirma la "ralentización" de la actividad y teme que el número de proyectos visados a final de año no sufra aumento alguno con respecto a 2006. Pastor detecta una "desconfianza" en la evolución económica. La dificultad de vender las promociones de viviendas reside, según él, en los elevados tipos de interés y en las expectativas creadas por el Govern balear de que habrá pisos económicos a corto plazo.

Pastor lamenta que las administraciones de Balears todavía no hayan cumplido su palabra de poner en marcha nueva obra pública -construcción de centros de salud, por ejemplo- que suavice el impacto de la crisis.

Política "desafortunada"

Por su parte, UGT centra su análisis en la hostelería. El secretario de Acción Sindical de este sindicato, Manuel Pelarda, culpa a la política desarrollada en los últimos años basada en la potenciación del turismo residencial frente al hotelero, la estacionalización de la temporada y, en definitiva, a la creación de un modelo económico centrado en la inversión en obra pública. "El Govern del señor Matas no hizo una política preventiva y ahora nos ha pillado el toro", explica. "Se han estado cargando la planta hotelera", prosigue.

CCOO coloca el acento en la actitud de los empresarios. "Tienen un nulo compromiso con la ocupación estable y utilizan muy poco y mal el programa de incentivos en la contratación indefinida", abundan.

Los empresarios prefieren hacer una lectura optimista. El presidente de la patronal CAEB, Josep Oliver, aseguró ayer que los datos del paro del mes de noviembre están "dentro de los índices normales" en los que la economía balear se está moviendo en los últimos años.

La consellera de Trabajo y Formación, Margarita Nájera, tildó los datos relacionados con el empleo de "malos" y los achacó a la "estacionalidad" de la economía. Al igual que su director general de Planificación Estratégica, Javier Bustamante, considera imprescindible alargar la temporada más allá de los meses de primavera y verano.