Al menos tres conductores de Mallorca conocen ya las consecuencias de la flamante reforma del Código Penal que endurece las penas en materia de seguridad vial. Estos conductores fueron detenidos por circular en estado ebrio a partir de la medianoche del pasado sábado, cuando entró en vigor la nueva ley, y fueron presentados ayer en el juzgado de guardia. Los tres fueron sometidos a juicios rápidos, en los que la fiscalía no reclamó penas de prisión sino que se les retire el carné por un plazo de diez meses, por lo que en la práctica, la aplicación del nuevo código legal no llevó a ningún conductor a la cárcel.
En Palma, las primeras detenciones tras la entrada en vigor de la reforma se produjeron en la madrugada de ayer casi de forma simultánea, informaron fuentes policiales. En la calle Federico García Lorca, una patrulla del Cuerpo Nacional de Policía arrestó a un conductor que circulaba en estado ebrio y con una rueda pinchada. El hombre, un ecuatoriano de 29 años, obvió las señales de los agentes para que se detuviera y avanzó unos metros hasta que fue interceptado. Casi a la misma hora, otro conductor realizó una maniobra similar en la calle Llaüt, en s´Arenal. Una patrulla observó como el hombre, un búlgaro de 29 años, se saltaba un semáforo en rojo con la aparente intención de eludir a los agentes. Intentó en vano darse a la fuga y fue detenido tras una persecución. Presentaba claros síntomas de haber consumido alcohol. Estos dos conductores fueron trasladados a las dependencias de la Policía Local de Palma por un presunto delito contra la seguridad del tráfico.
De acuerdo con la nueva legislación, si la tasa de alcohol en aire espirado superase los 0,60 miligramos, estos conductores serían condenados a penas de entre tres y seis meses de prisión por el mero hecho de circular en estado ebrio y la retirada del carné entre uno y cuatro años. Si se demostrase que condujeron de forma temeraria y poniendo en peligro la vida de otras personas, la pena sería de seis meses a dos años de cárcel y perderían el carné entre seis y diez años.
Primeros juicios
Los tres primeros conductores a los que se aplicó la reforma legislativa comparecieron ayer en el juzgado de guardia de Vía Alemania, en Palma y fueron sometidos a juicios rápidos. Dos de ellos habían habían superado -0,80 y 0,90 miligramos respectivamente- la tasa mínima de alcohol que acarrea penas de prisión. Pero la fiscalía no solicitó condenas de cárcel, sino que reclamó la retirada del carné durante 10 meses en ambos casos, explicaron fuentes jurídicas. Otro conductor a quien no se aplicó la reforma al ser su detención anterior a la misma fue condenado a ocho meses sin carné. La aplicación del nuevo código podría quedar patente en días próximos con las primeras condenas de cárcel.
