El PP balear ya ha asumido que UM se dirige claramente a un pacto con la izquierda que dejará a los populares fuera del poder en las principales instituciones de las islas, por lo que se preparan para hacer oposición con el líder del partido, Jaume Matas, al frente. En contra de algunos rumores que daban por hecho que el president del Govern en funciones abandonaría el Parlament, fuentes del Consolat de Mar aseguraron que el líder del PP se mantendrá como jefe de la oposición al menos hasta que se celebren las próximas elecciones generales.

Respecto al futuro de la aspirante popular al Consell de Mallorca, Rosa Estarás, las mismas fuentes aseguraron que se quedará como jefa de la oposición en la institución insular y que no ha quedado debilitada por no haber alcanzado su objetivo de lograr la mayoría absoluta. De hecho, Estarás ha asumido el que será su papel político inmediato de enfrentarse dialécticamente con la que será la próxima presidenta del Consell, la socialista Francina Armengol, si se firma el acuerdo de UM con la izquierda.

En la cúpula del PP se prevé un escenario político complicado para su partido en los dos próximos años. El líder del PP es consciente de que la pérdida del poder provocará un estado de crisis interna en el PP hasta mediados de legislatura. Será entonces cuando, en su opinión, comenzará el debilitamiento de las instituciones en manos del Pacto de Progreso, ya que estallarán los enfrentamientos entre los partidos que lo conforman. El PP aprovecharía esa fisura para fortalecerse, recuperando su unidad interna.

Por el momento, no obstante, la decisión de UM de dejar en manos de la socialista Aina Calvo la alcaldía de Palma ha dejado a los máximos responsables del PP balear "absolutamente desconcertados", según admitieron ayer algunos de ellos. En estos momentos los populares reconocen que están "sin estrategia" y, a la vista del previsible fracaso en sus negociaciones con Maria Antònia Munar, con un liderazgo de Jaume Matas "muy debilitado".

El problema radica en que hasta los más próximos al presidente del PP balear reconocen que él es el principal responsable de que su partido pueda quedarse en la oposición en las principales instituciones isleñas. "Sólo había un negociador y una estrategia", se señala.

Dos son los principales errores que ahora se perciben desde el PP en sus relaciones con UM. El primero, una precampaña electoral en la que "ambas partes nos pasamos" en el nivel de enfrentamiento, con una candidata al Consell de Mallorca, Rosa Estaràs, que convirtió los ataques a Munar y a su partido en el logotipo de su estrategia. Esta maniobra pretendía debilitar a UM y facilitar una mayoría absoluta del PP, pero dejaba a esta última formación en una situación muy precaria en el caso de necesitar de pactos, como finalmente ha sucedido.

Error de Matas

El segundo error se achaca directamente a Jaume Matas, al considerar que retrasó en exceso su contacto con la presidenta nacionalista, lo que permitió a PSOE y UM solventar el principal escollo en su negociación: el ayuntamiento de Palma. Y este hecho resulta enormemente significativo. Por primera vez se cuestiona sin demasiados disimulos al president del Govern en funciones desde sus propias filas, y se admite que en estos momentos su liderazgo interno comienza a ser cuestionado.

Uno de los representantes más significados del PP balear señala que a la vista de los resultados electorales, "el pacto con UM parecía imposible". Sin embargo, ante la postura del nacionalista Miquel Nadal de exigir la alcaldía palmesana, los populares vislumbraron una brecha en las relaciones PSOE-UM, y basaron su estrategia en ofrecer al partido de Munar tanto el Consistorio palmesano como el Consell de Mallorca.

El anunció de la presidenta nacionalista de que se cede Cort al PSOE ha dejado entre los populares la sensación de que "ya no hay nada que hacer" para salvar el Consell y el Govern, y que la única perspectiva para los próximos cuatro años es la de oposición.

Es en este último punto donde Matas recibe las críticas mas generalizadas. En opinión de algunos responsables del PP, se esperó demasiado en convocar la reunión con Munar, cuando las tensiones generadas por Miquel Nadal ya habían sido reconducidas, en lugar de haber intervenido cuando socialistas y nacionalistas todavía no tenían los preacuerdos prácticamente cerrados. Incluso se recuerda que la primera iniciativa adoptada por el presidente del PP balear fue criticar unas declaraciones de su homóloga en UM en lugar de tender puentes para el acuerdo.

"Cuando se tiene un líder tan fuerte como Matas hay muy pocas voces que cuestionen sus decisiones, y no se trata de un hecho negativo, sino algo normal en todos los partidos", indica una de las personas próximas al president. Sin embargo, añade que esa fortaleza se ha perdido y que previsiblemente eso dará pie a la apertura de un intenso debate interno. En ese contexto, algunos populares ya empiezan a hablar de posibles sucesores de Matas en el futuro: desde Estarás a Pere Rotger, pasando por Joan Flaquer y, en menor medida, Carlos Delgado.