El PSOE ha realizado una ´superoferta´ a Unió Mallorquina para un pacto en el ayuntamiento de Palma. La oferta pasa porque los ediles de UM en Palma gestionen el 31% del presupuesto de Palma, es decir 249 millones de euros, más que el presupuesto íntegro del Consell de Mallorca sin contar s´Institut.

Fuentes de UM calificaron la oferta de "muy positiva" y apuntaron que con esta gestión tan importante de áreas pueden quedar garantizadas la pretensiones que quieren la gente de UM de Palma. De esta forma, los concejales del partido de Munar, Miquel Nadal y Cristina Cerdó, votarán el sábado la investidura de la socialista Aina Calvo como alcaldesa.

La gestión que puede asumir UM pasa por Medio Ambiente, la importante empresa pública Emaya, Deportes y Juventud, el Institut Municipal d´Esports y Promoción y Ocupación y alguna otra menor. Además UM decidirá cómo gestiona estas áreas y si las dirige Nadal desde una superconcejalía.

En el PSOE quieren que Nadal se integre en el equipo de gobierno, ya que no estaban dispuestos a que se tenga que negociar cada uno de los acuerdos si Nadal sólo vota la investidura y no asume áreas de gestión.

Enfado de la gente de Nadal

La ´superconcejalía´ que se puede poner en manos de Miquel Nadal servirá para paliar el malestar de Nadal y de su gente por no haber negociado la alcaldía de Palma. Nadal quería la alcaldía, pero desde el PSOE su candidata Aina Calvo pide los cuatro años, aspecto que aceptaron desde la cúpula de UM. Este hecho ha provocado malestar en el entorno de Nadal, quien el martes aceptó las peticiones de su partido para que votase a Calvo como alcaldesa. A pesar de ello, Nadal, animado por los suyos, anunció que acudiría a Cort como "concejal raso" a raíz de su enfado. De hecho Nadal, no participa en las negociaciones.

Miquel Nadal ha reiterado que él es un hombre de partido. "Yo no estoy en las negociaciones, hay que preguntarle a Maria Antònia Munar", apuntó Nadal ayer. Asimismo añadió: "Confío plenamente en la presidenta que sabrá cerrar el mejor pacto para Palma, Mallorca y Balears". En las palabras de Nadal se notó su enfado, pero al mismo tiempo mostró su lealtad a Unió Mallorquina.