Doce personas parapléjicas acompañarán este fin de semana a los agentes de la Guardia Civil en seis controles de alcoholemia que realizarán en Mallorca con el fin de concienciar a los conductores de las graves consecuencias que tiene conducir bajo los efectos del alcohol.

La delegación balear de la Federación Nacional de Asociaciones de Parapléjicos y Minusválidos (ASPAYM) participa en la iniciativa, que se desarrolla a nivel nacional en el marco de la nueva campaña de la dirección general de Tráfico (DGT), según explicaron ayer en rueda de prensa los miembros de la junta directiva de la entidad, José Luis Aguiló, Matías Bosch y Guillem Fullana.

Los doce voluntarios, que participarán en varios controles que se llevarán a cabo entre la mañana del próximo viernes y la madrugada del sábado, son lesionados medulares que han sido víctimas directas o indirectas de accidentes de tráfico.

En España la incidencia de personas con lesión modular es de entre 1.000 y 1.200 personas al año, el 80 por ciento de ellas por accidentes en carretera, y en el mundo mueren un millón y medio de personas y otros 50 millones quedan heridas por este motivo.

Este fin de semana, los voluntarios de Aspaym, entre ellos las tres personas que dieron hoy la rueda de prensa, advertirán de forma directa a los conductores sobre las consecuencias de ser imprudentes a la hora de conducir.

"No corras, no bebas, no cambies de ruedas" es el lema elegido para esta campaña, en la que los voluntarios no pretenden "dar pena" a los conductores que paren en los controles, sino explicarles los peligros reales de combinar el exceso de velocidad con el consumo de alcohol, así como de no adoptar otras medidas de seguridad, como el uso de los cinturones.

Bosch señaló que nadie hablará de su experiencia personal y el mensaje pedirá que se tengan en cuenta las consideraciones de Tráfico, recordando que el 80 por ciento de los lesionados medulares lo son por accidente de tráfico y no siempre por causas propias.