El sector turístico mallorquín pronostica un "apreciable" incremento de los ingresos que se van a obtener durante la temporada alta, gracias a que este año las empresas hoteleras apenas han aplicado descuentos en sus precios. Aunque se espera una llegada de visitantes similar a la del pasado año, las estimaciones apuntan a que el gasto que estos van a realizar sí será superior.

Empresarios de las islas recuerdan que el miedo de muchos hoteleros durante el pasado año, ante la posibilidad de que la cifra de turistas descendiera por la celebración de los Mundiales de fútbol en Alemania, hizo que se entrara en una dinámica "prematura" de ofertas, para finalmente comprobar que las previsiones pesimistas no se habían cumplido y que el inicio de la temporada se cerró con buenos niveles de ocupación. A la vista de lo sucedido, los hoteleros han optado este año por mantenerse firmes en sus precios, limitando sus descuentos a casos puntuales.

El presidente de la federación hotelera mallorquina, Pere Cañellas, confirmó que este año apenas ha habido ofertas, y que la ocupación prevista para este mes se puede acercar al 80%. Para julio y agosto se espera un lleno prácticamente total, como ya es habitual.

Esta ausencia de descuentos va a permitir que los turistas lleguen a Mallorca abonando los precios pactados con los mayoristas, y que en el caso del mercado alemán conllevaron subidas del 3% al 5%, en el británico del 2% al 3%, y en el español del 3% al 4%. Respecto al número de visitantes, se espera que sea muy similar al de 2006.

En opinión de Cañellas, durante este ejercicio no se alcanzarán los excelentes niveles del año 2000, pero sí va a quedar atrás la crisis vivida en 2003.

Otro aspecto a tener en cuenta es que la oferta del ´todo incluido´ parece haber tocado techo en la isla, y se mantiene en unos porcentajes que oscilan entre el 10% y el 12% de las plazas hoteleras mallorquinas, según indicó Cañellas.

Oferta complementaria

El presidente de Pimem-Restauración, Joan Cabrera, confirmó las buenas expectativas de la oferta complementaria en relación a los ingresos que se van a obtener durante los próximos meses.

Al respecto, destacó que la Semana Santa ya se saldó con un balance positivo para el sector, aunque muy centrado en los establecimientos de Palma, que han llegado ha registrar incrementos de hasta el 20%, pero fruto de una mala meteorología que favorecía el que los turistas se desplazaran hasta la capital, en detrimento de los bares y restaurantes de costa.

El secretario general de Pimem-Comercio, Angel Pujol, también manifestó su optimismo de cara a los resultados de la temporada turística, pese a apuntar la debilidad de los comercios turísticos, al tratarse de los últimos en beneficiarse del gasto de los visitantes, dado que éstos priman los desembolsos destinados al ocio antes que los de compras.

El gerente de la asociación balear de agencias de viajes, Víctor Fernández, confirmó que la falta de ofertas durante este año por parte de los hoteleros, tras los buenos resultados de 2006, va a permitir elevar los ingresos turísticos y, consecuentemente, los de la población balear. Eso permitirá que sean los isleños los que a partir de octubre comiencen a contratar sus viajes de vacaciones, con el correspondiente beneficio para su sector. Fernández coincidió con los restantes portavoces empresariales respecto a que éste va a ser un buen año desde el punto de vista turístico.