El portavoz del Govern, Joan Flaquer, calificó de "mala noticia para todos" el fin de la tregua de ETA, pero pidió ayer que no se genere "más alarmismo del estrictamente necesario" para evitar perjuicios al turismo balear. Según expuso, el archipiélago tiene consideración de "destino seguro" y "todo indica que lo seguirá siendo". El portavoz del Ejecutivo y titular de la cartera turística subrayó que la seguridad es precisamente uno de los activos de Balears como destino turístico y recordó que las islas apenas han sido objetivo de la banda terrorista, con la salvedad de la colocación de artefactos de menor calado y el frustrado atentado contra el Rey de España. Los etarras tuvieron hasta tres veces en el teleobjetivo al monarca, pero no dispararon al carecer de plan de fuga y, más tarde, por ser detenidos por la policía con el juez Garzón al frente de la operación.

El portavoz del PP, Miquel Ramis, centró su crítica en la figura del presidente Rodríguez Zapatero, al que recriminó su "viaje de ida y vuelta" por haber fracasado en su intento de conseguir un final dialogado del terrorismo. "El PP está donde estaba. El que ha hecho un viaje de ida y vuelta es Zapatero", comentó Ramis, dejando de lado la negociación mantenida por el Ejecutivo de José María Aznar con la banda terrorista. El portavoz del PP tildó de "insulto a la inteligencia" el episodio del preso de ETA, De Juana Chaos, y criticó que su condición penitenciaria se ajuste a necesidades políticas coyunturales.

Tanto Miquel Ramis como Joan Flaquer expresaron preocupación por el hecho de que 85 agentes de la policía nacional de la plantilla de las islas hayan pedido cambio de destino y confían que la seguridad de las islas no se vea mermada y menos en el inicio de la campaña turística.