"Las declaraciones de Delgado no ayudan", admitió ayer el portavoz del PP, Miquel Ramis, sobre la crítica posición del alcalde de Calvià ante la aproximación del partido a UM para tratar de alcanzar un acuerdo de gobernabilidad, tras la pérdida de la mayoría absoluta en el Parlament y en el ayuntamiento de Palma.

"Cuantas menos declaraciones, mejor, pero somos humanos...", comentó Ramis, quien aseguró que el partido en estos momentos "agradecería la tranquilidad". No obstante, admitió que el PP es un partido "que tiene diferentes sensibilidades y opiniones. Por eso nos movemos desde el centro hasta el centro derecha, que dicen algunos, aunque yo creo que no. Aquí cabe todo el mundo". En la misma linea que Delgado, el ex diputado Joan Font también se muestra crítico con los movimientos del PP para obtener un acuerdo con el partido de Maria Antònia Munar. No asistió al pasado pleno del Consell de Mallorca y no tiene intención de acudir al próximo.

"No tengo ni idea", respondió Ramis cuando se le planteó qué límites se ha fijado en PP para pactar con UM. "Es una obviedad que una negociación es una cesión de las dos partes. La propia negociación marcará los límites. Todo el partido está con el president, que marcará los tiempos", sostuvo Ramis, quien tampoco pudo dar respuesta la continuidad de Matas como líder de la oposición en el caso de que no fructifique el acuerdo. "Pensaremos en la ciudadanía, no sólo en las bases del partido, a las que también tendremos presentes", dijo el portavoz para zanjar la cuestión del calado de la posible renovación del pacto con UM.

Su presidenta, Maria Antònia Munar, mantuvo a mediodía de ayer un nuevo contacto con el secretario general del PSIB-PSOE, Francesc Antich, para perfilar un posible acuerdo que implicaría necesariamente al Bloc. En la derecha reina el pesimismo -"está muy difícil"- y en la izquierda dicen que "nada hay que darlo por hecho hasta que esté firmado".